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Distancias implícitas entre el alumno y el docente
Tomás Almeyra
Egresado del Colegio del Salvador (año 2018). Estudiante de abogacía en la Universidad de Buenos Aires.
Fermín Montes de Oca
Egresado del Colegio del Salvador (año 2018). Estudiante de abogacía en la Universidad de Buenos Aires.
Colegio del Salvador
PRESENTACIÓN
Los escritos que siguen constituyen una selección de los ensayos académicos más destacados llevados a cabo durante el año 2018 por los alumnos de 5to año del nivel secundario de la orientación Ciencias Sociales del Colegio del Salvador, Ciudad de Buenos Aires. El marco de trabajo fue un proyecto anual de investigación interdisciplinario en el que los estudiantes tomaron distintas perspectivas sociológicas para ponerlas al servicio del análisis de un corpus de obras (a elección) de la literatura argentina.
Estamos hablando de jóvenes que en el último año de la escuela media se abocaron a la lectura de distintas fuentes y movimientos literarios, a la apropiación de metodologías, corrientes sociológicas y conceptos teóricos, a su reelaboración como marco teórico, al desarrollo de estrategias de escritura académica, al manejo de la ansiedad y la planificación de la tarea para encauzar un proceso investigativo que avanza revisando y armonizando los pasos precedentes con los venideros, entre tantas cuestiones.
A pesar de toda la complejidad que implica el desarrollo y puesta en escena de estas competencias para aprendices de la investigación de entre 17 y 18 años, se han animado a escribir por primera vez un ensayo académico que deslinda una hipótesis, a partir de la cual exploran una explicación tentativa a modestos (pero no menos válidos) fenómenos de la realidad social argentina, a los que acceden a través de sus textos literarios. Se echan a la mar de grandes temas, planteados en acotados recortes: la mujer, la violencia, la educación, el estado, la desigualdad.
En definitiva, lo que ofrecemos para su lectura son ventanas al puño y letra de una generación joven, esa generación de la era digital, las redes y las comunicaciones instantáneas. En esta experiencia, paradojalmente mediada por la escritura colaborativa sobre Google Drive, logran eludir el estereotipo que los descalifica como reacios a las empresas cuyos resultados se alcanzan luego de un trabajo sistemático y de largo aliento.
Dos son los esfuerzos que debieron llevar adelante. En uno, le han puesto el hombro a la forja de un andamiaje conceptual desde el cual se construye la perspectiva que permite la interpretación del mundo. En el otro, no menos loable, se han atrevido a transitar el camino complejo de la escritura del ensayo académico, desde el cual intentaron dejar testimonio del recorrido de su investigación.
Queremos agradecer a quienes acompañan esta idea desde que se inició en el año 2011 y a quienes se fueron sumando en el camino. En primer lugar al equipo directivo del Colegio del Salvador, que desde hace ocho años genera condiciones académicas y laborales para que este proyecto tenga un cauce institucional. A Emiliano Pereiró, sociólogo investigador del Plan Ceibal (Uruguay), quien comparte desde hace dos años con nuestros estudiantes una teleconferencia en la que oficia de investigador experto, por su generosidad para escuchar, animar y aconsejar nuevas lecturas o recorridos. También a Uriel Fox, bibliotecario del Colegio del Salvador, quien contribuye desde este año con la normalización de las fuentes y los ensayos en general. Por último, a Mariana Schenone, editora de Tramared, por su apertura para habilitarnos el espacio de la revista para publicar los ensayos, y por su paciencia infinita para esperar las revisiones que nunca terminaban.
De esta manera nuestros estudiantes culminan el recorrido como autores de un esfuerzo investigativo cuyos resultados pueden comunicarse, una de las características de la investigación genuina.
Esperamos que estos ensayos sirvan de inspiración para otros docentes, pero principalmente para otros alumnos, con la esperanza de que estos últimos se atrevan a abordar la tarea de la investigación metódica y de la escritura en el contexto académico, como un modo de prepararlos y anticipar desde el ámbito de la enseñanza media los desafíos de la vida universitaria, que los jóvenes autores de esta compilación ya están transitando.
Ignacio José Iturralde
Pablo Alejo Carrasco
RESUMEN
En este ensayo vamos a trabajar sobre el manejo de las distancias institucionales entre el alumno y el docente en la escuela a partir de la novela Juvenilia y el cuento “Los niños de Chernobil”.
La hipótesis de trabajo es que si la escuela da lugar a la acción social afectiva favorece que la asimetría entre el alumno y el docente sea sana en cuanto a la conducta. Con esta hipótesis intentaremos demostrar que, si el docente tiene la predisposición de crear un buen vínculo, podrá generar en el alumno una motivación y habrá un mejor clima en el aula (escenario donde se sucede el proceso educativo).
A su vez se intentará probar que no se busca eliminar la asimetría, sino más bien aceptarla y mejorarla en cuanto sea posible, para renovar el vínculo entre el alumno y el docente.
Palabras clave: Miguel Cané, Svetlana Alexievick, asimetría, acción social afectiva, relación docente-alumno
INTRODUCCIÓN
Para empezar, este ensayo se basa en un proyecto de investigación que hemos realizado de manera interdisciplinaria entre las áreas de sociología y literatura argentina. El tema que se va a abordar es el manejo de las distancias y límites institucionales entre el docente y el alumno en la escuela a partir de la novela Juvenilia.
Con el objetivo de acercarse al tema, partiremos de la novela Juvenilia de Miguel Cané y la complementaremos con el cuento literario “Los niños de Chernobil”, de Svetlana Alexievick. Integraremos al análisis las nociones de asimetría de Narodowski y la tipología de la acción social de Weber.
Comenzando por el concepto de asimetría de Narodowski, decimos que este fue adaptado a nuestro ensayo y pasa a ser asimetría sana.
Asimismo, usaremos el término de acción social afectiva de Weber, para explicar cómo va a ser la distancia entre el alumno y el docente.
Por último, trabajaremos con el concepto adaptado a nuestro ensayo llamado ausentismo docente, orientado a explicar la falta de una imagen docente para los niños de Chernobil.
Dedicaremos un capítulo al marco teórico, en el que presentaremos la perspectiva conceptual desde la que trabajaremos nuestro tema. También brindaremos un capítulo al desarrollo o cuerpo de la novela, analizandola mediante ejemplos a fin de demostrar la hipótesis y distintas partes del proyecto. Igualmente dedicaremos un capítulo a la conclusión, donde presentaremos justamente las conclusiones a las que llegamos, dando un cierre al ensayo y estableciendo la posible proyección a la que apuntamos.
La tesis que usaremos como sustento del proyecto consiste en que la literatura ofrece una percepción de la realidad que busca superar los enfrentamientos de una sociedad. En nuestro caso, en cuanto a la literatura nos referimos a “Juvenilia” y a “Los niños de Chernobil”. Adherimos a ella porque entendemos que la literatura funciona como medio para explicar situaciones sobre la sociedad.
Tanto Juvenilia como “Los niños de Chernobil” (ciencia ficción que es una realidad por contraste) ofrecen percepciones de la realidad, a saber, el trato y relación en la escuela en distintas épocas, el manejo de las jerarquías (Cané con Jacques y Torres) y distancias institucionales en el contexto socio-cultural (la tragedia de Chernobil).
La tesis está reforzada con nuestra hipótesis de investigación, sustentada en el marco teórico.
Nuestro tema es el manejo de las distancias y límites institucionales entre el docente y el alumno en la escuela a partir de Juvenilia. Lo elegimos porque vemos cómo es y cómo ha cambiado la relación entre el alumno y el docente, tal como vemos en las noticias diariamente los conflictos de esta distancia institucional.
En primer lugar, nos preguntamos cuáles fueron las causas del cambio de las distancias entre el alumno y el docente. Leyendo Juvenilia, y analizando la escuela de hoy, vemos que el trato entre el docente y el alumno sufrió un profundo cambio a lo largo de los años.
En segundo lugar, nos cuestionamos de qué manera el contexto socio-cultural afecta las relaciones dentro de la escuela. Entendemos que ciertos hechos que ocurren fuera de la rutina escolar influyen en el trato entre el alumno y el docente.
El tercer problema está basado en el cuento “Los niños de Chernobil”. Quisimos indagar en cómo el ausentismo docente (concepto que explicaremos en el marco teórico) repercute en la escuela. Notamos que la figura tradicional del docente, que debería verse como un referente, no existe.
Por lo que respecta a los objetivos, el objetivo general es tratar de encontrar la causa de la transformación de la distancia institucional docente/alumno.
Por otro lado, entrando ya a los objetivos específicos, el primero de ellos es poder transitar y sacarle el máximo provecho posible a nuestra primera experiencia de investigación.
El segundo objetivo específico es hallar el porqué de la asimetría entre el docente y el alumno, dado que vemos que en toda la historia hubo, hay y habrá una relación asimétrica entre los dos personajes de la educación y de la escuela, probablemente debido al poder del conocimiento.
Y como cuarto y último objetivo específico, trataremos de entender la relación de la docente en el cuento “Los niños de Chernobil.”
MARCO TEÓRICO
Antes que nada, nuestra hipótesis de investigación consiste en que, si la escuela da lugar a la acción social afectiva, favorece a que la asimetría entre el docente y el alumno sea sana en cuanto a la conducta.
En primer lugar, la asimetría entre docentes y alumnos puede identificarse con el concepto de asimetrías de Narodowski (2016, pág.66). Siguiendo a Narodowski, la asimetría es una relación en la cual al aplicar una regla u operación el resultado obtenido difiere absolutamente en todos y cada uno de los elementos de la relación. En la asimetría existe una clara desigualdad, sin embargo, subraya este autor que no necesariamente un desequilibrio. También agrega que son vínculos que por su propia naturaleza son jerárquicos, para nada entre iguales. Se refiere a la obediencia del alumno al profesor, respetando y siendo consciente de tal asimetría. Explica que ver la relación docente/alumno de una manera igualitarista es erróneo e ingenuo. Lo importante es el fin que tiene la asimetría: esta responde a un proceso con un propósito de emancipación. En dicho camino se espera que el alumno vaya desarrollándose y convirtiéndose gradualmente en un sujeto autónomo, cada día menos dependiente de su docente.
De modo que partiendo del concepto de Narodowski, nosotros utilizaremos el concepto de asimetría sana para escuelas secundarias, debido a que esta la vemos en el ámbito educativo. Encontramos adecuado este concepto porque justamente hay una diferencia de cargos y responsabilidades entre el alumno y el docente. Así ha sido siempre y es una constante que la escuela tenga esa asimetría, no se intenta eliminarla, sino hacerla sana y armoniosa. También agrega que el alumno y el docente tienen un mismo horizonte, un mismo objetivo, que es un proceso de emancipación en el que el alumno pasa a ser cada vez más autónomo. Y a su vez, con todo lo aprendido consta con las herramientas para ser un par del docente en un futuro.
Entonces nosotros llamamos asimetría sana a aquella que tiene como fin el armonioso y recíproco proceso de enseñanza/aprendizaje que trae como consecuencia la motivación pedagógica, es decir, genera un mejor clima en la clase. Así el alumno puede sentirse en condiciones para desenvolverse de la mejor manera posible, esto gracias a que el docente lo habilita.
En la novela Juvenilia vemos de una manera clara y particular el manejo de las asimetrías entre el alumno y el docente del siglo XIX. Por eso acotamos el término de Narodowski para analizarlas dentro de la escuela, para así adaptarlo a nuestro proyecto. Más exactamente, en el manejo de relaciones entre un alumno -en ese entonces pupilo- y un profesor de secundaria del siglo XIX, en el Colegio Nacional Buenos Aires.
Nos valemos de este concepto porque vemos que en la escuela está muy presente el manejo de las distancias y relaciones entre sus actores institucionales. No obstante, la escuela como estructura no se ha modificado mucho. Es decir, en un sentido más bien rígido casi no sufrió variaciones. En otras palabras, en la escuela siempre ha habido una autoridad, un profesor, alumnos, libros, pizarrones, recreos, evaluaciones, etc. Todos estos elementos fueron y son constantes en toda la historia de la escuela.
En cambio, lo que sí sufrió variaciones ha sido el manejo de las distancias y sus asimetrías. No es igual el manejo entre el docente y el alumno en la época de Juvenilia, que en el contexto de “Los niños de Chernobil”, o en el manejo de distancias asimétricas dentro del Colegio del Salvador, y esa es la proyección a la que apuntamos.
Siguiendo el hilo de la asimetría en cuanto a la conducta entre el docente y el alumno, encontramos relaciones de temor y de respeto, que estas lo que hacen es regular la asimetría y consecuentemente, las distancias institucionales. En otras palabras, son gestiones racionales de la distancia.
Primero, en cuanto a relación de temor (desde el alumno hacia el docente) la asimetría es llevada al extremo, haciendo que la distancia institucional sea mayor. Genera inseguridad en el alumno. Es el caso de Miguel Cané con Torres.
Luego, en cuanto a relación de respeto, el alumno reconoce a la autoridad competente que le genera una sensación de confianza. Hablamos de una asimetría sana que acorta la distancia institucional. Es el caso de Miguel Cané con Jacques.
Bien sabemos que entre el alumno y el docente hay una inherente asimetría, por lo tanto no se puede siquiera pensar en destituirla. Entonces, la distancia en cuanto a dicha diferencia jerárquica se gestiona a partir de la relación entre el docente y el alumno.
En segundo lugar, el concepto de acción social afectiva lo pediremos prestado a Weber. Para él, la acción social surge como necesidad de incorporar significados a la conducta humana. En otras palabras, entender la conducta como acción, o al hombre como ser capaz de comportamiento intencional y significativo. Weber afirma que las personas actuamos según las expectativas de conducta de los demás. Nos imaginamos qué esperan de nosotros, cómo reaccionarán. Una acción es social cuando esta conducta intencional se dirige hacia los demás. Weber se percata de que hay varios tipos de acción social, y hace una clasificación: acción social con arreglo a fines, acción social con arreglo a valores, acción social afectiva, y acción social tradicional.
En lo que concierne a la acción social afectiva, para nuestro proyecto nos quedaremos con ella para trabajar el manejo de las distancias institucionales entre el docente y el alumno. Si bien los cuatro tipos de acción social pueden llegar a ser aplicables a esta investigación, nosotros para no hacerlo demasiado amplio, decidimos acotarlo a la acción social afectiva. Weber la define como arracional y con frecuencia irracional, motivada por las pasiones en toda su gama y cualquier tipo de sentimientos. La llama irreflexiva en tanto no tiene en cuenta el pensamiento y la razón, sino se basa y rige exclusivamente por las emociones y afectos.
Efectivamente, se puede ver tanto en Juvenilia, como en “Los niños de Chernobil”. Tras leer las obras, podemos ver sus interacciones en términos de acción social tomando como perspectiva los conceptos weberianos.
Encontramos adecuado este término porque la acción social afectiva es la que permite delimitar el ambiente en cuanto al trato entre ellos, estableciendo límites.
Existen acciones buenas en concordancia con el marco ético y moral, es decir, aceptadas por el contexto. Por ejemplo, en la escuela de Juvenilia estaba socialmente aceptado el uso de la violencia física sobre los alumnos con el propósito castigarlos y la expectativa evitar la reincidencia.
A su vez, encontramos acciones malas orientadas a este concepto de acción social afectiva. Entendemos que las acciones buenas consisten en causar un sentimiento positivo o de agrado en el otro. Por otro lado, las acciones malas o negativas, son todo lo contrario. Más concretamente, en el tema elegido, podemos hallar dentro del colegio estos dos tipos de acciones.
Entonces, la acción social afectiva es la que define el buen trato o buena relación entre el docente y el alumno. Dentro de los cuatro tipos de acciones sociales weberianas, la que más influye es la afectiva. Si esta es positiva, genera en la asimetría institucional una notable mejora. Tanto en el rendimiento del alumno, como en el entusiasmo del docente para ejercer su profesión. Si el docente tiene predisposición para que la distancia sea más cercana y el vínculo mejor, desde la perspectiva de Weber estaríamos frente a una acción social afectiva. También si el docente se esfuerza para que el alumno aprenda y comprenda con total dedicación los conocimientos, siguiendo con el lente de Weber, sería otro caso de acción social afectiva.
Poniendo en concreto estos conceptos en Juvenilia, analizaremos dos casos. En primer lugar, Miguel Cané presenta un tipo de vínculo con el profesor Jacques sostenido desde la acción social afectiva. Esta influiría positivamente en los rendimientos académicos, motivandolo a estudiar y aprender. Se puede ver como Cané y sus compañeros admiraban a Jacques como bien se cuenta en el capítulo 13.
El segundo caso es lo opuesto: la relación con el vicerrector Torres, que repercutió negativamente en los rendimientos del alumno y, aunque no parezca, creemos que también repercute de manera negativa en el propio docente. Cané lo relata en los capítulos 10 y 15: la relación con Torres no era buena, tanto que en cierto momento planearon hacerle una revolución. También cuenta como se asustaban con el simple sonido de sus llaves. Esto demuestra que la poca predisposición del docente para que la distancia sea corta provoca un mal vínculo y malas reacciones en los alumnos, así como también la desmotivación por el estudio y el aprendizaje.
En tercer lugar, en el planteamiento del problema, respecto al cuento “Los niños de Chernobil”, mencionamos el término ausentismo docente. Con el mismo nos referimos a la falta de la figura tradicional de un docente. No significa que el docente en “Los niños de Chernobil” no se encuentre presente físicamente, sino que no se llega a producir un encuentro intersubjetivo entre alumno y docente. Dicho encuentro favorece una mejor relación entre ambos y es a lo que apunta la escuela cada vez más, lo cual no significa perder esa asimetría, sino propiciar que sea sana.
El cuento muestra que los niños carecen de esa “ambición” por aprender, ese gustar del saber, así como también que los alumnos no piensan ni toman dimensión de la escuela. Solo piensan en la catástrofe de Chernobil, y la maestra no entiende la causa de actuar de tal forma. Un caso que sustenta esta posición en el cuento es aquel en que la maestra ve que sus chicos no la entienden, les pide que repitan algo y no pueden, y ella se intriga y desespera sobre donde está el alumno, en que piensa y cómo sacarlo de ese estado de trance.
Entonces encontramos adecuado este concepto y lo utilizaremos para explicar la falta de una figura docente, que conlleva a la falta de un manejo de distancias, y a su vez desencadena la falta de un vínculo positivo. Tomando la perspectiva de Weber la acción social queda nula entre el alumno y el docente. No hay ningún tipo de relación entre estos protagonistas, y por lo tanto no se produce el encuentro que favorece a la acción social afectiva que como dijimos antes, de producirse, afectará de una mejor manera al clima de la escuela.
DESARROLLO
En primer lugar, respecto de la asimetría en Juvenilia entre el alumno y el docente, la distancia docente/alumno en esa época, era muy marcada. En concreto, se ve el miedo del alumno hacia el docente en muchísimos casos. Por ejemplo, se ve en variadas ocasiones que un alumno recibe un golpe de un docente. Esto se debe a que estas acciones estaban en concordancia con el marco ético y moral, es decir, aceptadas por el contexto.
En cambio, en la escuela de hoy, sabemos que una acción de ese estilo es impensada y hasta mal vista. No es aceptada. No está en concordancia con el contexto socio-cultural.
Respondiendo al problema que nos cuestionamos, se ve cómo el contexto social afecta en la relación y el trato entre el docente y el alumno. En el siglo XIX (Juvenilia) el contexto hacía que la asimetría sea más distante. En el siglo XX (“Los niños de Chernobil”) el contexto, debido a la tragedia, se puede decir que casi no había asimetría: los alumnos habían perdido el eje de la escuela tradicional.
Para referirnos a la acción social afectiva, tenemos el caso de la ejercida por Jacques (Cané, 1975, pp. 42 y 44). En estas se da una amplia descripción tanto física como sobre la personalidad de Jacques donde la acción es positiva ya que influye en los alumnos de una manera de enseñanza donde ellos lo toman como aprendizaje, respetando el método de enseñanza que se les aplica. Se refiere a Jacques como una autoridad en el ámbito de las ciencias y letras. También menciona su rápida influencia y el cariño que generó en la clase su llegada. A su vez lo describe en cuanto a su físico, dice que es una persona alta, corpulenta, de andar lento, con su eterno traje negro, de cabeza grande, labios correctos. Siguiendo con su personalidad, Cané menciona su irascibilidad nerviosa. Jacques mismo reconoce que no podía controlar su temperamento. Lo más importante para destacar es que es el único profesor al que los alumnos permitían que haga uso de la fuerza y de gestos demasiado expresivos. Esto demuestra la acción social afectiva entre Jacques y los alumnos. Como al hacer un buen uso de su autoridad, está en concordancia con el contexto ético y moral, generaba respeto, admiración y cariño por parte de los alumnos a su profesor. Entre los alumnos, se decían el uno al otro “si no fuera Jacques… pero era Jacques’’(1975: p. 44). Esto es una muestra precisa del respeto de los alumnos hacia Jacques donde lo ven como una autoridad. Ellos aceptan este uso de la violencia que lo ven como parte de su enseñanza, por ende, no se rebelan; pero si fuera otro, si no fuera Jacques no permitirían el uso de la violencia o de gestos demasiados expresivos. Asimismo, este respeto hacia Jacques causa una gestión racional donde la asimetría es sana y de menor distancia, lo que provoca un buen rendimiento y conducta.
Otro episodio que demuestra está sana asimetría en cuanto a Jacques y a Miguel Cané es aquel que se encuentra en la página 47. A pesar de que Cané debía ser expulsado, Jacques, después de los pedidos de su madre y de varios esfuerzos de Miguel Cané, accedió a la readmisión y volvió a ingresarlo al internado.
Este caso prueba la confianza de Jacques hacia Cané, donde el objetivo del profesor es el aprendizaje del alumno. Este es un nuevo ejemplo en el que se ve que la asimetría entre el docente y el alumno es sana, es decir, tiene como intención que el alumno aprenda. Al ser así su relación, explica el porqué de la fuerte aceptación de la autoridad de Jacques. Esto genera una asimetría de menor distancia y sana, lo que termina causando que los alumnos nunca piensen en rebelarse contra él.
Por otro lado, para referirnos a la acción social afectiva negativa, encontramos el caso en el que la ejerce el vicerrector Torres. La perspectiva y la relación que tienen los alumnos con el vicerrector es totalmente deplorable. La asimetría es totalmente lo contrario a una asimetría sana, ya que lo ven como un tirano que con su violencia y gestos influye de manera negativa, provocando un aprendizaje negativo y mala conducta. Miguel Cané durante la novela va relatando varios casos en los que aparece Torres y se impone a través de castigos y severos golpes. Muchas veces la acción social afectiva de manera negativa se manifestó mediante la violencia. Como ejemplo encontramos el episodio en que Torres asume como vicerrector del Colegio Nacional (1975: pp. 57 y 58). En este relato se cuenta como el vicerrector se imponía con mano de hierro: los domó a fuerza de castigos, privandolos de las salidas y cualquier tipo de libertades, transformando el pupilo en encierro. Textualmente, Cané dice: “de un carácter desgraciado, pues a la primera contradicción se ponía fuera de sí” (1975: p. 57).
Este tipo de relación asimétrica, bajo la perspectiva de Weber la entendemos como acción social afectiva de tipo negativa. Conlleva al alumno a tener sentimientos perjudiciales para su desarrollo en la escuela. Es decir, inseguridad, temor en ciertos casos, que repercute en un tipo de relación asimétrica más distante. En Juvenilia esto genera los diversos intentos de rebelión ante Torres por parte de los alumnos (1975: p. 45).
Habiendo visto ya estos dos ejemplos, podemos ver de la misma manera que Miguel Cané pone especial atención en los vínculos con sus docentes, así como también en su conducta para con ellos. A su vez, estos ejemplos responden a nuestra pregunta en el planteamiento del problema acerca de cómo el contexto socio-cultural afecta a la escuela, esto será explicado en la conclusión.
CONCLUSIONES
Como primera conclusión observamos que, siguiendo el planteamiento del problema, el contexto socio-cultural afecta e influye a la escuela; y también al cuestionamiento sobre las causas del cambio en el trato asimétrico entre el docente y el alumno. Llegamos a esta conclusión analizando acciones violentas en Juvenilia que eran aceptadas; y contrastando con la escuela actual (Colegio del Salvador) vemos que son impensadas: es evidente que hubo un cambio. Este se debe en parte al cambio de mentalidad del contexto socio-cultural que es plasmado en todos los ámbitos, y por eso en la escuela es muy notoria su influencia. Viendo esto en concreto, la sociedad del siglo XIX en Juvenilia está muy lejos del actuar y pensar de hoy, así como también en “Los niños de Chernobil” (siglo XX). Entonces vemos que el contexto socio-cultural repercute en el andar de la escuela, comparando las 3 escuelas, todas de distintas épocas, observamos que nada tienen que ver una con la otra en cuanto al manejo de la asimetría. Y también como causa encontramos el cambio generacional, que sigue hoy vigente, que instala nuevas corrientes pensadoras que consisten en aceptar ciertos actos influyendo en la sociedad, y estas son las cosas o causas que hacen que el contexto socio-cultural cambie. Para finalizar esta primera conclusión pudimos ver como los dos primeros problemas que nos surgieron están íntimamente relacionados.
Nuestra hipótesis es que si la escuela da lugar a la acción social afectiva favorece a que la asimetría entre el docente y el alumno sea sana en cuanto a la conducta. Si la escuela da lugar a este tipo de acción, entendemos que es la misma institución quien la habilita. Por ende se necesita cierta predisposición de la escuela como institución y a la vez del docente. Para verlo específicamente tenemos el caso de Amadeo Jacques en Juvenilia, quien predispuesto para el mutuo aprendizaje provocó la motivación de Miguel Cané para el estudio y el desempeño en sus clases. Y esto es lo importante, que al prestarse a la acción social afectiva se crea un vínculo en que el docente y el alumno tienen el mismo horizonte: ese proceso de emancipación como decía Narodowski, que conlleva a la motivación de los dos protagonistas, generando un mejor clima en el aula, que es en definitiva el escenario de toda esta investigación.
Por lo que respecta a la sana asimetría, concluimos que es imposible eliminarla, esa diferencia jerárquica inherente a la escuela, pero sí se puede hacer más amable y amistosa para el alumno y para el docente. Y como conclusión final en tanto a la hipótesis decimos que si la escuela y los docentes se prestan y toman la iniciativa de generar un vínculo a través de la acción social afectiva, se creará un mejor clima en el aula y entre los alumnos produciendo una motivación en un doble sentido. Para el docente en cuanto a ejercer con mayor ímpetu y dedicación su vocación; y para el alumno será motivante en orden a que el estudio y el aprendizaje sea más amable y ameno. A su vez se generará una positiva conciencia debido a que los alumnos y el docente se darán cuenta que tienen el mismo objetivo y horizonte, el mejor aprendizaje integral del alumno, para que así se desarrolle y crezca de cara al futuro, respondiendo a los problemas y necesidades de la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
- Alexiévick, S. (2015). “Los niños de Chernobil”. En: Voces de Chernobil. Barcelona: Debolsillo.·
- Cané, M. (1975). Juvenilia. Buenos Aires: Abril.
- Giner, S. (1999). “Racionalidad, historia y modernidad: Max Weber” En: Teoría sociológica clásica. Barcelona: Ariel.
- Narodowski, M. (2016). Un mundo sin adultos. Familia, escuela y medios frente a la desaparición de los mayores. Buenos Aires: Debate.