Título
HACIA EL FIN DE LA DICOTOMÍA PRESENCIAL-VIRTUAL
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El desafío de la educación híbrida:
HACIA EL FIN DE LA DICOTOMÍA PRESENCIAL-VIRTUAL
Lic. María Cristina Gómez
Dir. Colegio Parque España. Lic. en Historia (UCA). Máster Econ. y Cs. Políticas(ESEADE). MIE Expert. Top 50 Global Teacher Prize 2019. Innovación. Tecnología. TED x Rosario.
Hace un año, millones de docentes, estudiantes, y familias, colgaban un cartelito que decía “yo me quedo en casa”, a la espera que la pandemia fuera sólo un episodio temporal. De pronto todos debieron encontrar vías de comunicación, para poder seguir adelante con una escuela que está anclada en la presencialidad decimonónica.
La inmersión virtual desnudó la brecha digital en términos de equipamiento y conectividad, que dejó a millones fuera del sistema. Pero mucho más grave fue constatar que no teníamos suficientes recursos humanos formados para dotar a cada escuela de un plan que gestionara adecuadamente el proceso de enseñanza aprendizaje. Por supuesto que hubo excepciones, así vimos surgir a profesores youtubers, clases en Instagram, y webinares interminables, donde el espíritu más puro de la pasión por enseñar, encontró una vía de exposición y colaboración profesional.
El ciclo 2021 nos encuentra con una vuelta a la presencialidad, ganada a base de presión social de académicos, grupos de padres, y entidades de la sociedad civil, a la luz de los informes de destacadas asociaciones científicas, que destacaron la necesidad de que los niños y jóvenes volvieran a las aulas, atendiendo a su salud de manera integral.
La pregunta de cómo es la vuelta, pone en primer plano a los protocolos sanitarios, pero ha dejado relegado los temas más importantes, en términos pedagógicos; y ha planteado en muchas jurisdicciones una dicotomía imposible, la de Presencialidad versus Virtualidad. ¿Será que no hemos aprendido nada?
1. Punto de partida: recuerdos del futuro
La experiencia de 2020, debe ser el insumo principal del diseño de un modelo de aprendizaje en el que se naturalice la incorporación de la tecnología, no como una alternativa de emergencia, sino para sacar provecho de la experiencia, de docentes y alumnos. Y muy especialmente para incluirla en la presencialidad de las aulas, para apoyar a los desconectados, y dotarlos de las competencias básicas digitales necesarias para su desempeño en la vida, no sólo en la escuela.
El aprendizaje a distancia, online, ya existía antes de la pandemia, pero se circunscribía a un circuito académico y profesional que no se cruzaba con la educación obligatoria. Las experiencias de uso de las tecnologías en la escuela estaban en el mejor de los casos articuladas a proyectos puntuales y mayoritariamente a cargo de profesores de informática. En algunos casos respondía al modelo de Blending Learning, en sus diversas opciones, pero apenas como un complemento innovador excepcional, no escalable.
La inmersión virtual de 2021 se realizó a partir del uso de los pocos recursos disponibles, y giró en torno a dos formatos, el del uso de plataformas y whatsApp; la didáctica fue la gran ausente. Pudimos comprobar que el uso de aplicaciones, juegos, etc, no estaban en el portafolio de recursos de los docentes de nuestro país1. Sumado a los problemas de conectividad, el abordaje de la inmersión virtual estuvo signada por las comunicaciones por WhatsApp y envío de materiales escritos (pdf; fotos). Las clases por videoconferencia, el uso de las plataformas constituyó apenas una excepción. Se trasladó la dinámica de la clase presencial a las pantallas, y las aulas virtuales se convirtieron en depósitos de tareas y archivos de texto.
Un poco de Historia: el Blendig learning
Cuando hablamos de modelo híbrido, algunos piensan en Blending Learning2, una estrategia que no es nueva, y parte de un modelo muy simple, en el que un programa de educación formal se desarrolla en un ámbito institucional; otra parte en la casa de modo on line; y cumplen con una ruta de aprendizaje integrada.
Tradicionalmente se han desarrollado siete opciones, que parten de distinguir entre educación a distancia, y la aplicación de la tecnología en la escuela las cuales han quedado superadas por los hechos, las recordamos a modo de antecedente:
Seguramente en tiempos de normalidad, algunas de nuestras prácticas vinculadas a la tecnología, recrearon alguna de estas opciones, pero siempre manteniendo la premisa de la presencialidad cotidiana en la escuela. Sin duda, esta experiencia previa ha sido un insumo valioso para muchos docentes.
Pero No es el Modelo Híbrido que está demandando la educación como respuesta, no sólo para afrontar la pandemia, sino como una propuesta que debe superar la dicotomía de presencial versus virtual.
2. Hacia un Modelo Híbrido Posible 2021:
El modelo híbrido que planteamos, implica un enfoque diferente, fuertemente centrado en el alumno, con un rol docente de guía y productor de contenidos; con la incorporación de metodologías ágiles que permitan abordar proyectos con las herramientas apropiadas y una evaluación que priorice las competencias, en permanente revisión de su ciclo de mejora.
Esta descripción nos muestra la esencia del modelo, pero necesita de una bajada a tierra en términos de infraestructura, logística y recursos humanos.
La escuela a la que volvemos ya no es la misma de hace un año, y pensar que por efecto de la presencialidad retomaremos la práctica docente como si nada hubiese pasado es un grave error.
Será necesario también resignificar el encuentro físico y el “nuevo” espacio de lo virtual (Paola Dellepiane3). Las clases presenciales deberán ser el ámbito ideal para introducir a los alumnos en la adquisición de competencias digitales. El maestro no sólo volverá con la tiza, deberá volver con la tablet, la computadora o el celular.
El aula, ya no está restringida al ámbito del edificio escolar, sino que se ha extendido no sólo al hogar, sino a los distintos espacios de su entorno desde donde pueda acceder al conocimiento.
3. Fortalecimiento de la alternancia: una hoja de ruta para cada escuela
Cualquiera sea el formato de alternancia elegido por la escuela se plantea la necesidad de establecer prioridades en términos de centrar todos los recursos en la perspectiva de necesidades de los alumnos de esa comunidad, para poder compensar las pérdidas del ciclo 2020, y proyectar una estrategia eficiente para el curso que se inicia.
Los equipos directivos deberán reformular su dinámica institucional, para generar las condiciones necesarias para la formación de equipos docentes que rompan la tradicional organización piramidal en departamentos, o áreas.
Un modelo híbrido, necesita establecer un orden de prelación en torno a un modelo de gestión diferente4, tendiente a establecer las siguientes prioridades:
- Determinar nuevo Mapa de Recursos Humanos y materiales de la escuela: el punto de partida, objetivos, contenidos prioritarios y un esquema flexible de presencialidad y virtualidad de los docentes disponibles.
- Formación de un Equipo docente local que trabaje en el rediseño de contenidos en base a los determinados como prioritarios, teniendo en cuenta los niveles de aprendizaje alcanzados por los alumnos.
- Focalizar las áreas de Matemáticas, Lengua (comprensión lectora) y Ciencias, como eje del trabajo de toda la escuela. El equipo docente local trabajará en trayectorias dinámicas por niveles que produzcan contenidos para los diferentes niveles de logro de los alumnos. Las demás materias o espacios curriculares aportarán a partir de su integración en proyectos o módulos asociados a estas tres grandes áreas como proyectos interdisciplinarios.
- El período en que los alumnos no asisten a la escuela, deberán poder estar integrados en un espacio de trabajo virtual que les permita no desconectarse del sistema, y sostener sus aprendizajes en el momento en que la presencialidad se vea interrumpida. Debemos darles las herramientas para que puedan seguir comunicados y aprendiendo, aún en esas circunstancias.
- Este esquema organizativo, implica una dinámica de evaluación permanente, que corrija y mejore los procesos en cada nivel y en períodos cortos de tiempo; incorporar nuevos instrumentos de evaluación y portafolios de evidencias.
4. DINÁMICA DE LA VIRTUALIDAD HÍBRIDA (en un país sin conectividad):
Hablamos de dinámica porque la experiencia y los datos obtenidos en 2020, distinguió dos tipos de formatos de trabajo: el de las Plataformas, y el de WhatsApp.
Las condiciones de conectividad no han mejorado, por lo que se hace necesario hacer una reflexión metodológica acerca de cómo optimizar esos dos entornos de aprendizaje, para los actores implicados:
- los docentes centrándose en un cambio metodológico y de instrumentos de evaluación a la luz de la experiencia adquirida
- los estudiantes incorporando nuevos hábitos y prácticas que les permitan dejar evidencia de su aprendizaje, a partir del desarrollo de competencias.
Es importante trasmitir desde el primer día de la vuelta a clases, la idea de que estamos frente a una nueva escuela, y que trabajaremos en una nueva forma de aprender, que destaca 4 aspectos centrales del desarrollo de competencias, y que explicitamos para que puedan trabajar en ellas conscientemente:
- Preguntar para Aprender
- Contar lo que aprendí
- Resolver un desafío
- Compartir con alegría
Es importante comunicar desde el inicio a los estudiantes que trabajaremos en esta dirección, y ofreceremos un esquema que reúna los elementos básicos de la clase, ya sea utilizando Classroom como entorno de aprendizaje, o WhatsApp. Este último tiene muchas limitaciones, de las que ya hemos hablado, pero atendiendo a una población desconectada, decidimos desarrollar una estrategia superadora, que permita hacerla más eficiente.
Estas dos infografías, muestran un esquema paso a paso de cada uno de los modelos, pensando en el segmento de alumnos de escuelas periféricas o en contextos de vulnerabilidad, en el que conviven diferentes realidades con bajo o nulo nivel de conectividad. Pero sus consideraciones son aplicables a cualquier entorno.
4.1 AULA VIRTUAL CLASSROOM (u otras plataformas)
Las plataformas han demostrado ser el entorno más adecuado para desarrollar el curso en formato virtual. También han incorporado aplicaciones que permiten una interacción sincrónica o asincrónica con los alumnos, facilitando el trabajo colaborativo, y diversos formatos de evaluación.
La elección de las herramientas es la clave para que el aula virtual sea una experiencia viva, y no un repositorio de documentos.
El desafío didáctico de esta nueva etapa, debería centrarse en la elección de aplicaciones que sean un instrumento eficaz de mejora de los aprendizajes, sacando provecho de muchas que ya han sido compatibilizadas para su uso dentro de las plataformas, facilitando además el proceso de evaluación.
4.2 TRABAJO INTERACTIVO CON WHATSAPP:
El desafío con este formato fue darle coherencia metodológica, y diseñar una estrategia que corrija los errores y limitaciones que se vieron durante el año anterior. Algunos de los más significativos:
- Se han sistematizado todos los recursos equiparándolos con los del formato plataforma, es decir, que cualquiera sea el soporte que tenga el estudiante; el contenido y los elementos de trabajo serán los mismos.
- Los grupos de alumnos (cursos) estarán habilitados en horarios y días determinados, en los que se producirán dos tipos de interacciones: consultas por chat; y videollamadas en grupos pequeños, para desarrollar diferentes estrategias de comunicación, desarrollo y explicación de contenidos, acompañar el proceso de aprendizaje en tiempo real, y dando una retroalimentación inmediata.
- La Lista de Difusión, es otro elemento que destacamos para reforzar el acceso a materiales, videos, etc. De una forma no invasiva, y de acceso permanente.
- El Estado puede usarse para anticipar el tema a tratar, o recordatorios varios.
CONCLUSIONES
Este segundo año de la pandemia, nos encuentra una vez más, ensayando nuevas estrategias que nos permitan llegar a nuestros alumnos de una manera más efectiva, y respondiendo a sus necesidades.
No pretendemos ser exhaustivos ni proponer una panacea, sino por el contrario; provocar una reflexión sobre nuestras prácticas docentes, a la luz de la idea de que la Educación ya cambió, y debemos ser protagonistas de un cambio que la estructura resiste. Dejamos para otra entrega el tema de la evaluación, que es un enorme capítulo para desarrollar en la perspectiva de este modelo.
Desde la Red de Educadores Innovadores venimos trabajando en esa línea; compartiendo además, estas perspectivas con docentes e investigadores de sectores muy diversos.
Deliberadamente hemos evitado el argot de la pedagogía, en la certeza de que el mensaje debe ser asequible a todos, menos pretensioso, pero con el rigor de siempre.
Esperamos poder compartir más adelante, evidencias de la aplicación de estas opciones del modelo híbrido que presentamos.
1 Red de Educadores Innovadores. Investigación sobre Prácticas docentes durante el aislamiento obligatorio. https://www.linkedin.com/pulse/investigaci%C3%B3n-sobre-las-pr%C3%A1cticas-docentes-durante-el-gomez/
2Blended: Using Disruptive Innovation. Michael B. Horn y Heather Staker (https://www.readinghorizons.com/literacy-articles/blended-reading-approach/models/rotation-model)
3Paola Dellepiane. El rol del tecnólogo educativo durante los tiempos de Pandemia. http://formacionib.org/noticias/?El-rol-del-tecnologo-educativo-durante-los-tiempos-de-Pandemia#
4El modelo AIE, es un claro ejemplo de gestión basado en 5 competencias clave; Diagnóstico-Conceptualización-Interacción inclusiva-Gestión efectiva-Comunicación. Azar, Gabriela (2019). La Gestión Efectiva de la Enseñanza Inclusiva. Kapeluz.