Diseños curriculares y enfoques para decenios venidero

Título

Diseños curriculares y enfoques para decenios venidero

Descripción

Artículo

Autor

Cristina Adelina Beurnel 

Editor

Mariana Schenone

Fecha

Mayo 2020

Idioma

Español

Diseños curriculares y enfoques para decenios venidero

Lic. Cristina Adelina Beurnel   
                                   

Es Licenciada en Ciencias de la Educación con orientación en Gestión Institucional (UNQui); Profesora en Ciencias de la educación con orientación en Psicología Educacional. Es Profesora Nacional de Jardín de Infantes (Sara Eccleston) y Profesora para la Enseñanza Primaria. Posee un Posgrado en Investigación Educativa de la Red de Formación Docente Continua (Secretaría de Educación CABA). Se ha desempeñado como Coordinadora Pedagógica de los cursos de Capacitación Docente de la Modalidad en Educación Domiciliaria y Hospitalaria en el marco del Plan Nacional de Formación Docente del Ministerio de Educación; Capacitadora Pedagógica para docentes sobre Modelos Institucionales en Enseñanza y Aprendizaje. Asesora en la Dirección Nacional de Gestión Educativa (Ministerio de Educ. de la Nación). Durante más de 32 años ha ejercido como Profesora de Espacios Curriculares del Trayecto de la Formación centrada en el nivel de los Institutos de Formación Docente de CABA, incluyendo la prestigiosa institución “Sara Eccleston” entre varios. Ejerció el cargo de Rectora del Instituto de Enseñanza Superior N° 1 "Alicia M de Justo", habiendo conformado en ese entonces un equipo con pluralidad representativa para la reforma del   Plan de Estudios de la carrera de Psicopedagogía vigente a nivel estatal de la CABA.   Integró el equipo técnico pedagógico de la Modalidad de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educ. de La Nación con intervención en distintas jurisdicciones. Ha participado de ponencias (Congreso de Pedagogía 2012) y acciones organizativas integrales (Congreso Metropolitano de Formación Docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA) de gran riqueza pedagógica. Ha representado al Ministerio de Educación, Ciencia y Deportes de la Nación en el Seminario Internacional de Formación Docente desarrollado en Bolivia, 2004.  Destaque en publicaciones y funciones de redacción en medios gráficos.

Palabras clave: escuela, formato social, diseños curriculares, paradigmas, contenidos, formatos didácticos, reflexiones


Cuantas veces a lo largo de esta década y media – por precisar un hito desde la sanción de la Ley de Educación Nacional- docentes, estudiosos de la pedagogía, administradores de la educación, padres y fundamentalmente alumnos decíamos y decimos que la enseñanza como tal no garantiza aprendizajes. La escuela no da el formato para la sociedad en la que vivimos, aunque en su salvaguarda tampoco es la única responsable de hacerlo. Los saberes no preparan para el mundo cada vez más vertiginoso en los cambios tecnológicos que la impactan, pero igualmente  seguimos con la misma estructura.
Para adentrarnos un poco en el tema tenemos que instalarnos desde una mirada amplia que incluya diversos componentes.
En primer lugar el posicionamiento de los diseños curriculares que orientan y enmarcan el trabajo del docente. Estos,  están sobrevalorados en su poder de organizador de resultados eficaces para sus destinatarios.
La escuela con su carga de herencia enciclopedista imprimió buenos frutos en las sociedades industriales, especialmente a partir de la década del 50 del siglo pasado. En aquellos tiempos la división del trabajo, la optimización de los recursos y la planificación minuciosa de las tareas permitió una estratificación estable que a su vez facilitó, de la mano de la producción permanente,  un diseño de sociedad específica.
Dentro de esa herencia los diseños curriculares  fueron adquiriendo dimensiones cada vez más complejas. Prueba de ello son los componentes que atraviesan los mismos – fundamentos, marcos teóricos filosóficos, sociológicos, antropológicos, psicológicos, saberes compartimentados en áreas de organización, recursos a utilizarse, evaluaciones constantes, perfiles de alumnos, articulaciones con la comunidad-
Esta herramienta de uso profesional por parte del docente se convierte en un cúmulo de datos que, lejos de facilitar la operatividad de la enseñanza, dificulta en algunos casos el hecho educativo en sí mismo.
Poner la mirada en el diseño escolar nos remite a preguntarnos el sentido  de la escuela. Es aquí donde tenemos que replantearnos partiendo de los paradigmas clásicos cuál es la finalidad de la escuela, encontrando su  respuesta  en que la escuela debe enseñar, transmitir, ofrecer, depositar conocimientos, entregar anualmente un cúmulo de información que no en todos los casos se transforma en “saberes”. ¿Es esta la caracterización de la escuela de estos tiempos?
La información y aún también la falsa información – léase las  fucks news- están al alcance instantáneo de cualquier  dispositivo tecnológico, siendo el uso de estas  herramientas  superable en el día a día. Frente a ello  la permanencia  de los saberes se vuelven obsoletos y transmutan vertiginosamente. Cabe preguntarse qué hacer ante la proliferación de redes de transmisión y de plataformas que en muchos casos  guardan escasa vinculación y fidelidad con datos objetivos ya sean científicos, sociales o de opinión. Este es el paradigma de una escuela que se enfrenta a lo ya heredado y transmisible y se debate frente a la  complejización del conocimiento en sus mas variadas formas de presentación.
Ante vertiginosos cambios la escuela responde con su clásica presentación y formato de saberes,  generando en los alumnos vacíos e inconexiones entre lo que se ofrece y lo que circula a partir del conocimiento de la tecnología en sus variados formatos.  Ese paradigma deja a alumnos por fuera del circuito de atención, del interés básico y necesario para que el aprendizaje se consolide, como así también retroalimenta docentes que no encuentran eco en alumnos para desafiarse a sí mismos en su lugar de profesionales docentes.
El sentido de la escuela en este siglo XXI, siglo en que los avances en diversos campos del conocimiento como  la cognición, la mente artificial, el análisis situacional que nos ubica en el aquí y el ahora del sujeto que aprende, nos conduce a ver la constelación del hecho educativo.
Los aprendizajes -entendiendo por aprendizajes transformaciones permanentes para resolver problemas- necesitan de enseñanzas que se aborden de un modo integral en lo disciplinar pero a la vez manteniendo las notas  propias de sus campos específicos. Es  prioridad esencial en estas nuevas décadas consolidar y dar sustentabilidad a esta mirada. Para ello se necesita  de abordajes didácticos que contemplen dicha integralidad a través de proyectos conjuntos entre las disciplinas. Tal es el modo de desafiarnos para formar sujetos con competencias específicas, planteo vinculante con  los desarrollos curriculares que tienen  como finalidad la formación  de competencias en los alumnos. Se  introduce el término competencias en el sentido de incumbencias para desarrollar procesos, productos ya sean tecnológicos, culturales, artísticos, de servicio por citar algunos. El aprendizaje desde este posicionamiento de desarrollo para lograr algo nos instala en la comprensión del hacer, en su efectividad, en su impacto en el sujeto y en el medio. Estamos así ante un paradigma de la complejidad.
Lo complejo está presente en qué enseño, cómo lo enseño y bajo qué circunstancias históricas lo hago.
Adentrarnos en el tema de los contenidos mas allá de lo secularmente instalado, del desarrollo de nuevas áreas de saberes científicas, sociales, tecnológicas, de las artes, nos lleva a preguntarnos qué es lo central del saber.
A los fines de lograr aprendizajes significativos hay que revisar cuáles son los saberes centrales, aquellos de los que se parte y a los que convergen disciplinas de las más variadas especificidades pero no por ello de menor valor intrínseco.
Es lo nodal con los puntos de contacto de diversas disciplinas que favorecerá el desarrollo de una didáctica distinta. La didáctica donde partamos de un caso, de un problema, de un proyecto a resolver o implementar permitirá captar las interrelaciones, los puntos de contacto y los aportes que impactan para la resolución de lo que se plantea.
Las reflexiones giran en torno a una mirada de la pedagogía teniendo en cuenta:

  • Saberes centrales en articulación constante con otros saberes,  incorporando los saberes tecnológicos como fuente de conocimiento y no mera herramienta. Superación de los saberes presentes en  compartimentos estancos.
  • Pregnancia de saberes de áreas diversas - científicas, sociales, tecnológicas, de las artes
  • Didáctica planteada desde la resolución de problemas donde se articulan saberes diversos.
  • Revisión de la evaluación como proceso unívoco. Consolidación de otros instrumentos que den cuenta no sólo de lo procesual en la evaluación sino del involucramiento del alumno en su propia evaluación – el portafolio vale como ejemplo

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