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Hacia un personalismo educativo en tiempos de Inteligencia Artificial

Hacia un personalismo educativo en tiempos de Inteligencia Artificial. 

Por Paola Dellpaine*

Resumen

Conocer los alcances y limitaciones de la Inteligencia Artificial (IA) es un paso fundamental para diseñar estrategias, condiciones de posibilidad y desarrollos creativos desde múltiples perspectivas, reflexionando sobre representaciones sociales de la relación humano-máquina. En el ámbito educativo puntualmente, la IA puede contribuir a la personalización para brindar una experiencia de aprendizaje más efectiva que atienda a las necesidades individuales de las y los estudiantes.

Este trabajo consiste en un ensayo acerca de las implicancias de la IA en la educación, considerando algunas posibles dimensiones en un contexto de formación docente inicial, encuadrado en un modelo basado en capacidades desarrollado durante la formación. En este sentido, la invitación es a pensar las implicancias en el aprendizaje adaptativo, la planificación curricular y el rol docente en el contexto de las tecnologías generativas, en particular del chatbot de IA: chatGPT.

Palabras claves: IA, personalización, aprendizaje adaptativo, planificación curricular 

 

Inteligencia Artificial y educación

 Toda tecnología plantea un desafío para nuestros valores humanos, y eso es bueno porque hace que reafirmemos cuáles son(Turkle, 2015, p. 412).  En su obra La defensa de la conversación, la autora analiza qué le pasa al humano cuando accede al mundo de lo artificial y virtual como una “segunda naturaleza” con la que trata de entablar una conversación. En este escenario, las máquinas, creadas por los humanos, se prestan a la conversación, es decir, “máquinas que hablan y al hablar con ellas no podemos evitar atribuir una naturaleza humana a objetos que no la tienen” (p. 33).

 

En las últimas décadas, la IA se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas. Siguiendo las ideas de Turkle (2015), las máquinas están programadas para participar en conversaciones como si entendieran de qué hablan hasta el punto de que algunos se han preguntado: ¿hasta dónde puede llegar esto y qué ocurrirá entonces?

 

Respuesta #1: una respuesta bien contundente la ha dado el chatGPT durante los primeros meses del año, que alcanzó los 100 millones de usuarios en 2 meses. 

La IA no se refiere a un programa o software que ejecuta algoritmos predefinidos, es una rama de la ciencia de la computación que crea máquinas que llamamos “inteligentes”, que reaccionan de manera similar al cerebro humano, pero sin la intervención humana ¿Cómo es esto?  La IA aprende sobre el mundo acumulando una gran cantidad de datos que le permiten establecer patrones. De esa manera, el modelo “aprende” a comportarse de una manera que, de acuerdo con nuestra experiencia, parece inteligente.

Respuesta #2: a consecuencia de la Pandemia, se ha generado un gran volumen de datos en Internet que alimentan a las redes neuronales, quienes tienen la capacidad de aprender autónomamente e ir mejorando la precisión a través de iteraciones y ajustes de parámetros propios.

Usamos IA cada vez que iniciamos una app o usamos el navegador web, cuando accedemos a recomendaciones de diversos productos o cuando apelamos a las traducciones de Google Translate. De esta manera, el sistema nos presenta lo que cree que compraremos, leeremos, nuestros intereses más significativos. Desde hace varios años convivimos también con chatbots y asistentes virtuales, es decir, ​aplicaciones que simulan mantener una conversación con una persona al proveer respuestas automáticas que son previamente establecidas.

¿Qué diferencia a chatGPT de un asistente virtual?

ChatGPT es un chatbot de IA basado en el modelo GPT-3 que puede generar texto para diversas tareas. Es un modelo de lenguaje desarrollado por la empresa OpenAI capaz de responder preguntas y mantener una conversación de manera natural. Es un modelo de lenguaje basado en la arquitectura de Transformadores que es capaz de procesar una gran cantidad de texto y aprender a partir de patrones que permiten emular el lenguaje natural, ofreciendo así una experiencia de conversación natural y fluida. Sus algoritmos detectan patrones que conforman el modelo, para generar a partir de ellos “el nuevo” texto solicitado. Se caracteriza por poder mantener una conversación, deducir si hay relación con alguna respuesta anterior que se haya generado, y hacer preguntas abiertas sin necesidad de seguir criterios concretos ni tener en cuenta el contexto.

En este sentido, chatGPT es un salto de calidad en el campo de la IA, es capaz de participar en una discusión abierta y no se limita a una área temática específica ni a las respuestas que ofrece.

 

Hay que tener presente que esta cantidad de datos es proporcionada por humanos, esto significa que la IA es entrenada con personas que proporcionan conversaciones y ayudan a mejorar el flujo de la conversación. Por ello, el sesgo es un tema vinculado directamente con esta tecnología.

 

ChatGPT puede escribir un ensayo, identificar diferencias y similitudes entre conceptos, teorías, ayudar en la ideación de escritura e investigaciones, generar código y explicar algoritmos complejos. Hoy podemos decir que la IA es más real que artificial, aunque también se plantean desafíos sociales y éticos que merecen abordarse.

En el ámbito educativo, es una gran oportunidad para traer al debate la IA no solo como herramienta (Aprender con IA)  sino como campo de conocimiento (Aprender de IA).

Es necesario indagar en los retos que implica el sistema chatGPT pero también la IA para la investigación educativa, y fundamentalmente estar abiertos a la validación de esquemas que sirvan de guía para manejar tecnologías digitales basadas en datos en procesos de aprendizaje. Y es clave atender a estas dimensiones desde la formación docente inicial.

 

En el Departamento de Educación de la UCA se forman docentes bajo un modelo pedagógico denominado Aprendizaje Inclusivo y Efectivo (AIE). La propuesta apunta a responder a la necesidad de formar docentes y especialistas en cada nivel del sistema educativo, con una impronta que apunta a desarrollar un enfoque de enseñanza y aprendizaje basado en aptitudes/capacidades desde una perspectiva humanista.

Le pregunté al chatGPT si el modelo AIE de la Universidad Católica Argentina es compatible con los sistemas de IA, y qué  aportes puede ofrecer la IA al modelo AIE- UCA, y esta fue su respuesta:

 

Respondiendo a tu consulta, el modelo AIE (Aprendizaje Inclusivo y Efectivo) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y los sistemas de inteligencia artificial (IA) son compatibles y pueden complementarse de varias maneras.

En primer lugar, la IA puede ser utilizada para crear soluciones tecnológicas que faciliten el acceso y la inclusión de estudiantes con discapacidades o necesidades educativas especiales. Por ejemplo, la IA puede ayudar a generar transcripciones de voz a texto, subtitulados automáticos en tiempo real o sistemas de lectura automática para estudiantes con dificultades de lectura.

Además, la IA también puede ser utilizada para adaptar los recursos educativos y el contenido del curso a las necesidades individuales de los estudiantes. Por ejemplo, mediante el análisis del rendimiento y la retroalimentación del estudiante, la IA puede sugerir material adicional o actividades de aprendizaje específicas que se ajusten a su nivel y estilo de aprendizaje.

Por otro lado, la IA también puede ayudar a mejorar la eficacia de la enseñanza y el aprendizaje mediante el análisis de grandes cantidades de datos educativos. Por ejemplo, la IA puede ayudar a identificar patrones en el desempeño del estudiante y en la retroalimentación del profesorado para mejorar el diseño del curso y los enfoques pedagógicos.

En resumen, la IA puede ser una herramienta muy valiosa para mejorar la educación inclusiva y efectiva y puede complementar el modelo AIE de la UCA. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la tecnología nunca debe ser vista como un reemplazo completo de la interacción humana y el enfoque pedagógico centrado en el estudiante que promueve el modelo AIE (OpenAI, 2023).

 

Una respuesta con varias dimensiones para profundizar, una muy significativa que nos trae la IA es la vinculada con la personalización en el aprendizaje para cada estudiante, teniendo en cuenta las habilidades, capacidades y necesidades individuales. Los algoritmos de los sistemas IA pueden contribuir en analizar y adaptar el contenido ofrecido para cada trayectoria formativa. Aquí la dimensión inclusión y su capacidad más significativa que es la interacción inclusiva, pero también podemos mencionar la conceptualización y la gestión efectiva.

 

Otra que no menciona chatGPT en su respuesta es la tutoría personalizada, que se lleva adelante desde el modelo AIE, acompañando de manera individual a cada estudiante a lo largo de su trayectoria formativa en los 4 años.  La IA, a través de la tutoría virtual o en línea puede ser una herramienta útil para aquellos estudiantes que necesiten una ayuda adicional con algún tema específico. No un asistente que reemplace al tutor/a físico, sino un recurso para potenciar y optimizar la tarea humana. Así, se propone este aprendizaje adaptativo como un abordaje que permite personalizar las estrategias de enseñanza en función de las necesidades y trayectorias de aprendizaje del estudiante Esto puede articular con las funcionalidades de analítica de los entornos virtuales, potenciados con alguna forma de IA que permite el análisis de todos los datos generados en las respectivas aulas virtuales, los perfiles y las trayectorias de las y los estudiantes para generar experiencias educativas personalizadas.

En síntesis, la IA puede contribuir a la personalización y uso de patrones para brindar una experiencia de aprendizaje más efectiva que atienda a las necesidades individuales de las y los estudiantes.

Las implicancias en la personalización en el aprendizaje, y su vinculación con el aprendizaje adaptativo, derivan también en dos líneas de desarrollo para pensar el potencial de la IA en la educación: el currículum y el rol docente.

Abordar la planificación curricular, fundamentalmente desde el diseño para la introducción de la IA a nivel curricular, pero también para la comprensión de cómo la IA recoge y puede manipular los datos, y el desarrollo de competencias y habilidades para garantizar la seguridad y la protección de los datos personales. En este sentido, es clave la formación y capacitación de los docentes para que puedan abordar la inteligencia artificial desde una perspectiva innovadora, crítica y reflexiva sobre los aspectos éticos y controversiales de estas tecnologías.

Vinculando el rol docente con el mundo del trabajo, hay supuestos que avalan que la IA aliviaría a los educadores de tareas como el seguimiento del progreso de las y los estudiantes y sus calificaciones, y les permitiría centrarse más en el diseño y la facilitación de las actividades de aprendizaje que requieran habilidades tales como creatividad, colaboración interpersonal y valores sociales. En referencia concreta al chatGPT, por ejemplo, podría liberar al docente de tiempo ocupado en tareas rutinarias o engorrosas para así poder enfocar la atención en el acompañamiento de las y los estudiantes y el aprendizaje personalizado.

Por otro lado, surge el temor entre los docentes de ser reemplazadas cuando una máquina puede realizar tareas humanas. Crawford (2022), en referencia a la concepción de la IA, y las fuerzas culturales, políticas y económicas que la moldean, sostiene que “los sistemas de IA no son autónomos, racionales ni capaces de discernir algo sin un entrenamiento extenso y computacionalmente intensivo, con enormes conjuntos de datos o reglas y recompensas predefinidas” (p. 29).

En este sentido, Sadin (2020) sostiene: hay operaciones automatizadas que sustituyen al contacto, la acción llevada adelante en común, y todo esto implica la abolición progresiva del intercambio, de la relación entre los seres humanos y, consecuentemente, la abolición del acuerdo, del desacuerdo, del conflicto, de la negociación y, sí, de la amistad.

Tomando como premisa: “Si un robot puede hacerlo, no era una tarea específicamente humana”, en este sentido, el planteo que considera positivamente el potencial de la IA es que el rol docente podría alejarse de la presentación y gestión de contenidos y centrarse en el desarrollo de habilidades complejas que son propias de la condición humana, y que la tecnología no puede hacer.

Pero para garantizar que los docentes sigan desempeñando un papel fundamental en la educación deben formularse políticas que revisen estratégicamente cómo la IA puede transformar sus funciones y cómo estos deben formarse y prepararse para trabajar en entornos educativos con tecnologías de  IA (Unesco 2021).

 

La conclusión es que el despliegue y el uso de la IA en la educación deben guiarse por los principios fundamentales de inclusión y equidad. Para ello, las políticas deben promover un acceso equitativo e inclusivo a la IA y su uso como bien público, centrándose en el empoderamiento de las niñas y mujeres y de los grupos socioeconómicos desfavorecidos. El creciente uso de las nuevas tecnologías de IA en la educación sólo beneficiará a toda la humanidad si, por su diseño, mejora los enfoques pedagógicos centrados en el ser humano y respeta las normas y los estándares éticos. (UNESCO, 2021, p.2).

 

Sobre IA y educación, el Consenso de Beijing (UNESCO, 2019) sostiene que “el desarrollo de la IA debe estar controlado por el ser humano y centrado en las personas, que la implantación de la IA debe estar al servicio de las personas para mejorar las capacidades humanas” (p. 2).

¿Cómo se logra integrar un enfoque multidisciplinario en donde las educadoras y los educadores sean parte de los desarrollos de IA? El diseño en conjunto de estos sistemas con docentes y perfiles pedagógicos especializados podría ser una vía para avanzar en esta línea de trabajo. Por tal motivo resulta necesario fortalecer algunas dimensiones como: la formación docente para poder hacer frente a la complejidad que representa la inclusión de la IA en la educación, el diseño y desarrollo de innovaciones basadas en IA para potenciar las propuestas educativas, la articulación de redes de conocimiento y la investigación en temáticas vinculadas con la incorporación de la IA en la enseñanza y el aprendizaje.

Sin dudas toda abundancia crea una nueva escasez,  y es esto lo que está pasando con la irrupción de la IA, y en particular con la gran ola del chatGPT. Más allá del boom del momento, los  modelos generativos de grandes volúmenes de datos se han instalado en la sociedad. Como ocurrió con otras tecnologías disruptivas como Internet, no hay vuelta atrás. Referenciando nuevamente a Turkle (2015), “siempre que los robots sustituyen a los humanos en una función, la gente pasa a hacer cosas más humanas(p. 450). Y en este sentido,  esta irrupción que nos presenta la IA, es una oportunidad para experimentar, propiciar la creatividad y poner “en acto” el saber crítico en todas las áreas del conocimiento para pensar lo humano en base a lo que la tecnología no puede hacer.

Para finalizar, un interrogante que entró en el debate con la irrupción de la IA generativa: ¿deberán los docentes convertirse en inspectores de originalidad buscando detectar si fue la inteligencia humana o la artificial quien resolvió una tarea o consigna deberán repensar el modo de evaluar los contenidos aprendidos? Son cuestiones que interpelan y se suman a la lista de las innovaciones tecnológicas a generar en las instituciones educativas.

 

Referencias

 

Crawford, K. (2022). Atlas de la Inteligencia Artificial. Poder, política y costos planetarios. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

OpenAI (25/09/23). ChatGPT ¿Es compatible el modelo AIE (Aprendizaje Inclusivo y Efectivo)- UCA con los sistemas de IA? ¿Qué aportes puede ofrecer la IA al modelo AIE-UCA? https://chat.openai.com/c/ccb2725c-df7a-4aeb-b94d-e6e46b5f8492

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2019). Consenso de Beijing sobre la inteligencia artificial y la educación. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000368303

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2021). Inteligencia artificial y educación. Guía para las personas a cargo de formular políticas. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000379376

Sadin, E. (2020). La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Anatomía de un antihumanismo radical. Caja Negra.

Turkle, S. (2015). En defensa de la conversación. El poder de la conversación en la era digital. Ático de Libros: Barcelona.

 

 

Paola Dellepiane

 

Profesora en matemática y Licenciada en Tecnología educativa con estudios de especialización en diseño didáctico instruccional para e-learning. Máster en TIC aplicadas a la educación. Autora de cursos de capacitación docente en TIC. Participa, y ha participado, en proyectos educativos con inclusión de tecnología en instituciones públicas y privadas. Actualmente se desempeña como Especialista en la Enseñanza de la Matemática para el modelo AIE (Aprendizaje Inclusivo y Efectivo) en el Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales, UCA.