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Docentes todo terreno: cuando educar excede los límites del aula

Maestras y directoras resuelven una multiplicidad de problemáticas sociales que afectan a niños y adolescentes. A las tareas administrativas y operativas que deben solucionar, se suma la necesidad de responder a las urgencias que presentan los chicos. Maltrato y pobreza, entre las principales.

Las horas de la mañana se le vuelven escasas a Sandra Mirábile, directora de la escuela El Algarrobal, ubicada en Las Heras, Mendoza. Entre llamados, solicitudes, trámites y urgencias que se van presentando, ella redobla su compromiso cada día. "Por favor, acompañá al señor inspector; que revise todas las aulas y que también se fije si funcionan bien los mecheros", le dice a un encargado en el marco de los controles que por estos días se están realizando en los establecimientos antes de poner en marcha los sistemas de calefacción. Luego de hacer una breve pausa, la educadora explica cómo fue que el proceso de reparación en las cloacas y los baños del colegio; un pedido que -asegura- había sido tramitado ante las autoridades desde hacía al menos dos años.

Pero lejos de limitarse a gestionar las cuestiones operativas relacionadas a los inconvenientes que trajo aparejado el colapso de la red de cloacas (generado por el crecimiento de las raíces de los árboles) o resolver las necesidades ligadas a la falta de mobiliario, la directora de esta escuela debe responder a las complejas demandas que traspasan ampliamente la barrera de lo exclusivamente pedagógico. Justamente, en tiempos donde la palabra crisis atraviesa todos los planos de la vida, las escuelas no quedan exentas de aquello que los niños y adolescentes viven fuera de ellas.

La pobreza, las situaciones de maltrato que se viven en el interior de las familias, la violencia entre pares, la falta de apoyo y contención en los hogares y la incertidumbre respecto del futuro, son solo una parte de los temas que los chicos tienen en su mente y corazón, describe la directora de la escuela que recibe a la mayor cantidad de estudiantes en la zona de El Algarrobal. Aclara además, que ni bien advirtió que los seis baños químicos (instalados en la escuela de manera provisoria mientras se realizaban las mejoras) no estaban dando los resultados esperados, tomó la decisión de suspender las clases. "Siempre la prioridad es el bienestar de los alumnos", recalca. 

Resolver la emergencia en todos los niveles

Lo cierto es que el desafío de educar en el actual contexto de crisis va mucho más allá de los aspectos operativos y pedagógicos. Son entonces, ellas, profesoras, maestras y directoras las que en cuestión de segundos deben hacer una pausa obligada entre las clases y la planificación de currículas para atender, nada menos, que la urgencia. Están si hay que salir corriendo al médico, pedir turnos, tramitar denuncias, revisar los protocolos en los hechos de abusos y casos de violencia. Deben convocar a reuniones con padres, organizar colectas, resolver trámites para que las autoridades den lugar a los pedidos de mejoras edilicias y preparar solicitudes para tener mejor y más mobiliario. La lista así, es extensa. 

https://www.mdzol.com/sociedad/2022/5/3/docentes-todo-terreno-cuando-educar-excede-los-limites-del-aula-240651.html