La educación argentina: reflexiones e iniciativas para salir del laberinto
Las promesas de la democracia en materia de educación básica están deslucidas y su realización ofrece una importante cuota de decepción.
Dr. Mariano Palamidessi
En diciembre de 1983, tras la dramática experiencia de la dictadura militar, Raúl Alfonsín asumía el gobierno constitucional enarbolando la consigna de que “con la democracia se come, se cura y se educa”. El vínculo esencial entre el desarrollo educativo y el proceso de democratización integral de la sociedad quedaba así planteado como el horizonte normativo de la nueva etapa que se abría. No obstante, a casi cuatro décadas de ese hito trascendente de nuestra historia, las promesas de la democracia en materia de educación básica aparecen deslucidas y su realización ofrece una importante cuota de decepción.
Vistos en la perspectiva de la larga duración, los esfuerzos de política pública que se sucedieron desde entonces presentaron escasa continuidad en sus formas de entender y orientar el desarrollo de la educación básica para el conjunto de los ciudadanos. Pese a la promulgación de leyes, los intentos de reforma y la multiplicación de programas, en estos casi 40 años nuestro sistema político-institucional no ha conseguido establecer y sostener orientaciones y compromisos societales duraderos para lidiar con las tensiones que –inevitablemente- se le plantean a las políticas educativas en la compleja búsqueda de la cobertura universal, la mejora de calidad de las experiencias y aprendizajes de los/as estudiantes y la distribución más equitativa de oportunidades y resultados.
Sin embargo, pese a la discontinuidad que caracteriza a nuestras políticas educativas, un terreno de acuerdo ha sido la agenda de la expansión de la escolarización. A lo largo de este período, los esfuerzos se dirigieron –principalmente- a la expansión de la oferta escolar, impulsando -hacia “abajo” y hacia “arriba” de la educación primaria- el acceso a niveles y grados de escolarización de grupos y sectores antes excluidos.