Habilidades fundamentales: pilares del éxito en el siglo XXI
Por: Rafael de Hoyos
Hace quince años, mientras trabajaba en la Secretaría de Educación de México (2008 a 2011), hubo un enfoque importante en el desarrollo de lo que se conoce como las habilidades del siglo XXI. Estas habilidades incluían informática, idiomas extranjeros, creatividad, pensamiento crítico y diversas habilidades interpersonales. Aunque estas habilidades son indudablemente importantes, centrarse en ellas desvió la atención del desafío menos emocionante de garantizar que todos los estudiantes alcancen un nivel básico de competencia en lectoescritura y aritmética. Al priorizar las habilidades del siglo XXI, los sistemas educativos asumieron implícitamente que las habilidades básicas de aritmética y alfabetización ya eran universales o ya no eran relevantes. Sin embargo, habilidades fundamentales como la aritmética y la alfabetización son y seguirán siendo relevantes a lo largo del siglo XXI. Es preocupante que más de la mitad de todos los estudiantes en países de ingresos bajos y medianos, la mayoría provenientes de entornos desfavorecidos, no puedan leer ni comprender una historia sencilla o saber cómo utilizar operaciones matemáticas básicas para resolver problemas cotidianos al final de la escuela primaria.
La importancia de las habilidades fundamentales en el siglo XXI
Si bien las habilidades del siglo XXI son sin duda relevantes para quienes ya han adquirido habilidades básicas, no deberían tener prioridad sobre las habilidades fundamentales que forman la base de la educación. La universalización de las habilidades fundamentales debería ser una prioridad, ya que podría generar importantes ganancias de productividad y reducciones de la pobreza y la desigualdad de ingresos en una sola estrategia. El Informe sobre el Desarrollo Mundial (WDR) 2018 ayudó a cambiar el enfoque de las habilidades del siglo XXI al desafío más apremiante de proporcionar habilidades básicas y dar voz a millones de estudiantes pobres en los países en desarrollo. Esto es evidente en la comparación de las búsquedas mundiales de “habilidades del siglo XXI” y “habilidades fundamentales” desde 2010, lo que destaca el cambio de enfoque hacia las habilidades fundamentales, coincidiendo con la publicación del IDM 2018 (Figura 1).
Figura 1: Tendencias de búsqueda a nivel mundial, “habilidades fundamentales” frente a “habilidades del siglo XXI”, 2010-2024 (búsquedas diarias, Tendencias de Google)
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Habilidades fundamentales y el futuro del trabajo
Garantizar habilidades fundamentales universales no es sólo un imperativo económico y moral, sino también la mejor estrategia para garantizar que una gran parte de la sociedad se beneficie del progreso tecnológico. Las habilidades fundamentales han sido esenciales para el crecimiento económico desde la Revolución Industrial, ya que promueven la innovación y permiten el uso eficaz de nuevas tecnologías . Contrariamente a algunas creencias, la alfabetización básica, la aritmética y las habilidades sociales se han vuelto aún más importantes con la aparición de nuevas tecnologías. Un informe reciente del Banco Mundial destaca el papel fundamental de las habilidades fundamentales en el desempeño de tareas que complementan las nuevas tecnologías. Las empresas que implementan automatización, robotización, big data o inteligencia artificial aumentan la cantidad de tareas cognitivas y sociales no rutinarias que se realizan en el lugar de trabajo. Los trabajadores con niveles más altos de conocimientos de aritmética y alfabetización están mejor equipados para realizar estas tareas. Además, la evidencia de Estados Unidos demuestra que la demanda de habilidades sociales como el trabajo en equipo, la colaboración y la resolución de problemas ha aumentado en las últimas cuatro décadas, una tendencia atribuida a la adopción de nuevas tecnologías. La interacción humana en el lugar de trabajo proporciona beneficios que las máquinas aún no pueden replicar.
Los mercados laborales del futuro estarán fuertemente influenciados por los rápidos avances tecnológicos y los cambios en la forma en que operan las empresas. Al igual que en el pasado , surgirán nuevas ocupaciones, la permanencia en el empleo disminuirá y aumentará el cambio de empleo . Con la aceleración del progreso tecnológico, las competencias profesionales específicas de determinados sectores o industrias quedarán rápidamente obsoletas. Estos cambios significan que los trabajadores del mañana tendrán que reinventarse profesionalmente de vez en cuando. Esto presenta un desafío importante para los sistemas educativos, y especialmente para los sistemas de educación y formación profesional (EFP), que deben anticipar las habilidades y competencias profesionales que se demandarán en el futuro, una tarea que hoy es muy difícil de cumplir y que requerirá se vuelven aún más complicados a medida que avanza la tecnología. También significa que los trabajadores prosperarán sólo si tienen las habilidades básicas que les permitan aprender nuevas habilidades o reinventarse por completo.
Dada la importancia de las habilidades fundamentales en un mercado laboral en constante cambio y el hecho de que una proporción significativa de la fuerza laboral abandonó la escuela sin estas habilidades, los programas activos del mercado laboral (ALMP) deberían considerar la inclusión de aritmética, alfabetización y habilidades sociales en sus opciones de capacitación. . Las oficinas públicas de empleo podrían evaluar los niveles de logro en aritmética y alfabetización entre los solicitantes de empleo y determinar quién se beneficiaría de un curso sobre habilidades fundamentales.
El próximo desafío: definir, medir y desarrollar habilidades sociales.
Si bien hemos avanzado en la comprensión de cómo enseñar y desarrollar la aritmética y la alfabetización mediante pruebas estandarizadas y estudios experimentales, todavía queda trabajo por hacer para definir y medir las habilidades sociales. Las habilidades sociales como el trabajo en equipo, la empatía y la resolución de problemas son igualmente importantes para tener éxito en el mercado laboral y alcanzar objetivos de vida. Desafortunadamente, no existe un consenso claro sobre cómo definir y medir las habilidades sociales. Como resultado, nuestra comprensión de cómo se desarrollan estas habilidades aún se encuentra en sus primeras etapas. Debemos definir y medir las habilidades sociales sistemáticamente para realizar más investigaciones y comprender completamente cómo mejorarlas. Esta agenda vincula la investigación, la innovación y las políticas, todas ellas trabajando para beneficiar a los más marginados.
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https://blogs.worldbank.org/developmenttalk/foundational-skills-building-blocks-success-21st-century