El cierre de las aulas
Educación: los primeros resultados que muestran cuál fue el mayor daño de la pandemia en los chicos
Hubo una fuerte caída en los aprendizajes de Lengua. Surge de las pruebas tomadas en 2021 en la Ciudad con respecto a las de 2019. En Matemática se mantuvo estable, aunque hubo más alumnos que no contestaron.
Por:Ricardo Braginski
Las autoridades de la Ciudad se preparan para tomar, por primera vez, una prueba de fluidez lectora en las escuelas del distrito. Desde agosto, a los alumnos de 4° grado se les dará un texto para leer y, birome en mano, un docente contará la cantidad de palabras que cada chico lee por minuto. También medirá la prosodia, es decir, si pronuncia y acentúa bien, lo que da idea de si está entendiendo lo que lee. Con estos datos se implementarán medidas para acelerar los aprendizajes de aquellos alumnos que tienen dificultades con la lectura.
Es una de las estrategias que, afirman, desplegarán y están desplegando para recuperar los aprendizajes perdidos durante la pandemia, la mayoría de ellos vinculados a la lectoescritura. Y que estiman que podrán revertirse recién dentro de 3 años.
La preocupación por el impacto del cierre de las escuelas ya se había disparado a principios de 2021, cuando una encuesta oficial de percepción entre maestros de la Ciudad había encontrado que muchos chicos que empezaban 1° grado no sabían usar el lápiz o el cuaderno y más del 20% no podía diferenciar letras de trazos, entre otros tantos déficits.
Ahora, la Ciudad terminó de procesar los primeros resultados en el país de una prueba estandarizada que mide -con datos duros- el impacto educativo de la pandemia. Son los de las pruebas FEPBA y TESBA, que todos los años hacen a alumnos de 7° grado de la primaria y 3° de la secundaria. Se les toma a todos lo mismo, tanto en las escuelas estatales como privadas, y eso permite hacer comparaciones. En este caso, entre la última (tomada a fines de 2021) con respecto a la de 2019. En 2020 estas pruebas no se tomaron.
Caída en lectura y escritura
Los resultados muestran, esta vez, una fuerte caída en los aprendizajes de Lengua, más marcados entre los estudiantes secundarios (Lengua y Literatura), donde ahora más de la mitad de (51,6%) no pasa el nivel básico o no contestó la prueba. Esa disciplina tuvo la mayor caída en aprendizajes desde que se empezó a aplicar la prueba en 2017.
La pérdida más importante respecto del 2019 se dio en el nivel avanzado, donde los resultados descendieron 5,5 puntos porcentuales (28,8%). Pero tan preocupante como eso es que casi 2 de cada 10 estudiantes (el 18,7%) no pudo responder nada. Esto significa que no resolvieron actividades en torno a textos breves y con un lenguaje sencillo. El porcentaje de no respuesta aumentó un 64% en comparación con 2019.
Además, el 32,9% no pasó el nivel básico. Esto significa que, si bien pudieron resolver algunas actividades, les costó reconocer diferentes voces dentro de un relato, distinguir acciones principales y secundarias y reconocer relaciones causales.
En la primaria el panorama de Lengua (Prácticas del lenguaje) también es preocupante. El promedio en el distrito bajó al nivel que se tenía en el año 2018. Aumentó también la cantidad de chicos que no pudo responder, aunque no tanto como en la secundaria (un un 4,9%). El 34,2% no superó el nivel básico. Mientras que el porcentaje de alumnos que se encontraban en nivel avanzado disminuyó un 13,4% con respecto a 2019.
El “milagro” de la Matemática
A diferencia de Lengua, el promedio de los resultados de Matemática se mantuvo bastante estable, tanto en primaria como en secundaria. Lo que sí hay que considerar es que aumentó mucho el porcentaje de alumnos que no contestaron la prueba.
¿Por qué esta diferencia entre Lengua y Matemática? Algunas interpretaciones que se escuchan en el Ministerio de Educación porteño apuntan a que para avanzar en lectura y escritura se requiere mucho más de la interacción personal y de instancias grupales de aprendizaje.
En cambio, Matemática requiere más de la ejercitación individual y, en principio, no depende con tanta intensidad de la instancia grupal. También hay que considerar que, por la pandemia, las escuelas debieron dar sólo los contenidos priorizados. Y entonces, los alumnos pudieron enfocarse más y trabajar mejor en aquellos ítems más relevantes que luego fueron tomados en las pruebas.
Brecha educativa
Los resultados de las pruebas de la Ciudad volvieron a mostrar la gran brecha de rendimientos entre estudiantes de los distintos niveles socioeconómicos y entre aquellos que van a escuelas estatales y privadas.
En la evaluación de Prácticas de Lenguaje de primaria, por ejemplo, el puntaje promedio fue 490,2 (es una medida de la prueba y no tiene correlación con una calificación escolar tradicional). Sin embargo, si uno observa qué pasó con los alumnos de los distintos niveles socioeconómicos se ve que los de clase alta obtuvieron 524,8 puntos, lo de media 489,6 y los de baja 455,6. Algo similar sucede con cada una de las otras pruebas.
Los estudiantes de escuelas estatales obtienen menos resultados. Siguiendo con Prácticas de Lenguaje, en los colegios públicos casi el 50% tiene conocimientos intermedios o mayores, en la privada llega al 70%.
“Encontramos que a mayor presencialidad hubo mejores resultados promedios. Esto se observó en mayor medida en las escuelas con mayor nivel socioeconómico. Con respecto al trabajo de los docentes, vimos que los de escuelas estatales tuvieron más dispositivos -porque nosotros se los dimos- pero menos conectividad, y los de privada tuvieron menos dispositivos -porque usaban los propios que debían compartir en la familia- pero mejor conectividad”, dijo la ministra de Educación porteña Soledad Acuña en la presentación de los resultados ante la prensa.
Enseñar a leer y escribir
Frente a estos datos, desde la Ciudad afirman que no sólo están preparando la nueva prueba de fluidez lectora -inspirada en una similar que ya se hace en Mendoza-, sino otras herramientas que buscan “recuperar los aprendizajes”. Entre ellos, el cambio en la forma en que se enseña a leer y a escribir en los primeros grados de la primaría que -afirman- ya fueron implementados desde el año pasado.
Ministra deeducacion porteña Soledad Acuña. Andres D'Elia
“Nosotros veníamos con un sistema francés, constructivista, que postula que los chicos van aprendiendo en el contexto y así van incorporando la lectura. No les tenés que decir cómo son las letras sino que van aprendiendo con la configuración de las palabras en un texto que ven o en la cartelería en la calle. Eso está bien para chicos que tienen contextos estimulantes. Pero para chicos con contextos menos estimulantes, donde no hay libros en casa, en casa no se lee, no vamos al teatro ni al cine, no miramos películas subtituladas, no tenemos diálogos con vocabulario largo es mas difícil. A esto se sumó la diferencia enorme que marcó la pandemia”, explica Acuña.
“Entonces nos preguntamos, ¿qué se necesita en el primer ciclo? Más intervención docente, intervenir distinto: a los chicos hay que enseñarles a leer y escribir. Empezamos a trabajar con material específico para el aula y para los docentes, con estrategias que aceleran el proceso de aprendizaje. Entonces no va cada uno a su ritmo, sino que a los que necesitan aceleran el aprendizaje”, agregó.
Acuña afirma que el plan oficial “de recuperación de aprendizajes” incluye, además, escuela los sábados para los estudiantes secundarios que deben materias, así como un segundo boletín en el que se van marcando los objetivos a ir cumpliendo durante el año, para evitar que acumulen muchas materias y repitan.
El objetivo, afirma , es acompañar a los estudiantes en lugar de permitirles que pasen de año con muchas materias previas, como están haciendo otras provincias.
“Esto no es una cuestión de plata, porque Nación pone plata para que se hagan herramientas alternativas para acompañar trayectorias, pero nadie sabe qué se hace con los fondos una vez que entran a las provincias y cómo se distribuye a los municipios. Entonces, no es una cuestión de ciudades ricas y provincias pobres sino de cómo invertir la plata y poner la prioridad”, afirmó.
A la espera de los resultados nacionales
La evaluación de la Ciudad es la primera que muestra el impacto en los aprendizajes de la pandemia. Pero para este mes de junio el Gobierno nacional anunció que va a presentar los resultados de las pruebas Aprender, que se tomaron en diciembre del año pasado y mostrarán la evolución en el rendimiento escolar de todos los alumnos del país, aunque este año solo de las escuelas primarias.