Ni “todes” ni “chiques”: el gobierno porteño regula el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas
En una resolución, exigió a los docentes usar expresiones en clases en conformidad con las reglas del idioma español; es el primer distrito en fijar posición sobre este tema
l Ministerio de Educación de la ciudad comunicó esta tarde a todas las escuelas porteñas, tanto de gestión privada como estatal, que regulará el uso de lenguaje inclusivo – es decir, aquel que se vale de la utilización de la “e”, la “x”, la “@” o de otras para neutralizar el género en las palabras– por parte de los docentes en los niveles inicial, primario y secundario. Así la Capital se convierte en la primera jurisdicción en fijar posición sobre este tema en las aulas.
“La lengua española brinda muchas opciones para ser inclusivo sin necesidad de tergiversar la lengua, ni de agregar complejidad a la comprensión y fluidez lectora”, afirmaron en la resolución. El gobierno, además, envió a los establecimientos una guía de prácticas y recomendaciones para una comunicación inclusiva.
De acuerdo al documento, los docentes deberán “desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.
Fuentes del gobierno porteño indicaron a LA NACION que la resolución regirá a partir de mañana en cuanto se publique en el Boletín Oficial. Sin embargo, los establecimientos tendrán un tiempo para adecuar la cartelería y el modo en que hablan los docentes. “La decisión no es una sorpresa, porque fue hablada con todo el sistema educativo”, afirmaron.
La cartera encabezada por Soledad Acuña informó que la medida tiene como objetivo ordenar el uso del lenguaje en las escuelas de la ciudad para facilitar el proceso de aprendizaje de los estudiantes tras los desfavorables resultados de las evaluaciones educativas Fepba y Tesba presentados la semana pasada.
Esta regulación se sumará al plan desplegado por el Ministerio para recuperar los aprendizajes perdidos por la pandemia, que incluye una serie de medidas extraordinarias, entre las que se encuentran la extensión de los días y horas de clase.
“La pandemia dejó heridas en la educación. Sabíamos que esto podía ocurrir y por eso en su momento peleamos por la presencialidad. Hoy nos toca responder y actuar frente a una crisis. La situación es grave y es momento de tomar decisiones difíciles. En las pruebas estandarizadas vimos un claro deterioro en Lengua. La evidencia científica existente demuestra que la falta de reglas claras, las distorsiones del lenguaje y el uso de la “e” dificultan el aprendizaje. Por eso, decidimos regular su uso y ordenar la enseñanza de la lengua española, dentro de las aulas y para los docentes”, señaló Acuña.
Fundamentos
El comunicado fundamenta la medida a partir de la postura de la Academia Argentina de Letras y de la Real Academia Española. La primera, se lee en la resolución, “recomienda que ‘se preserve la enseñanza-aprendizaje de la lengua en todos los niveles educativos y laborales si deseamos que nuestros alumnos escriban con cierta fluidez y corrección y, sobre todo, comprendan lo que lean y escriban”. Y se agregó que la Real Academia Española ha sostenido que “el uso de la @ o de las letras ‘e’ y ‘x’ como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español”.
La ejecución de la medida estará a cargo de la Subsecretaría de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa, qué tendrá la competencia de dictar las normas complementarias y ampliatorias y realizar todas las acciones que resulten necesarias.
Aún no hay precisiones respecto de qué pasaría con quienes no estén dispuestos a aceptar la regulación.
Experiencia internacional
En la resolución también se menciona a modo de antecedentes dos experiencias internacionales en la regulación del lenguaje.
En primer lugar, citaron el caso de Francia, en donde el Ministerio de Educación “desaconsejó el uso de la llamada escritura ´inclusiva’, ya que modifica el respeto de las reglas habituales y constituye un obstáculo para la lectura y comprensión de la palabra escrita”.
Y por último, exponen la experiencia uruguaya, en la que –según citaron– la circular N°4, que se publicó este año, dispuso que el lenguaje inclusivo debe ajustarse a las reglas del idioma español. Y que se utilizará cuando esas expresiones cumplan con esas normas. Y se estableció en el marco del compromiso asumido con la equidad de género y el abordaje e implementación de prácticas que contribuyan a disminuir las brechas existentes en la sociedad, propiciando otros mecanismos inclusivos tendientes a evitar cualquier sesgo discriminatorio en la comunicación utilizando siempre un lenguaje que se ajuste a las reglas del idioma español.