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Los paros docentes complican la aplicación de nuevas medidas contra el ausentismo escolar

La Dirección General de Escuelas (DGE) iniciará una campaña de comunicación y prevención dirigida a padres para intentar disminuir el ausentismo que existe en los establecimientos educativos, principalmente en la primaria, pero el paro docente retrasa su implementación.

Según datos del Sistema Gestión Educativa Mendoza (GEM), la inasistencia promedio en el Nivel Inicial y Primario en el primer día lectivo de agosto de 2022 fue la mayor registrada, en comparación con esa misma jornada de los años 2019 y 2021, sin incluir el 2020 debido a la pandemia. Ese día se registró la primera jornada de las medidas de fuerza tomadas por los trabajadores de la educación.

Los alumnos de menor edad faltan entre 15 y 24 días al año, en promedio, lo que representa entre un 8% y un 13% de los totales. En horas de clases, son entre 75 y 120 horas, explicó Alejandro Ganimian, especialista en educación que asesora a la DGE y profesor asistente de la Escuela de Educación de la Universidad de Nueva York.

Es por esto que el gobierno escolar quiere poner en marcha iniciativas para disminuir esas cifras, que apuntan a concientizar a los padres sobre la importancia de la presencialidad. Sin embargo, los paros docentes demoran su aplicación, ya que para tener datos concretos sobre los resultados de esas acciones no quieren que incidan las faltas por adhesión de los chicos ante la ausencia de sus maestros.

Por el conflicto que se desató tras el fracaso de las negociaciones paritarias de julio, que se extendió durante agosto, el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) realizó cinco días de huelga en diferentes semanas después del receso invernal. Esto generó inasistencias por parte de los alumnos, debido a que los padres decidieron no llevarlos a las escuelas ante la adhesión de los educadores a la medida de fuerza. El acatamiento fue de alrededor 35%, según el sistema GEM, y del 75% para el gremio.

La posibilidad de un nuevo paro está latente, pese a una nueva apertura de las discusiones salariales por parte del Ejecutivo, aunque por esta semana la medida sindical está suspendida.

Una de las herramientas que quiere aplicar la DGE es el envío de mensajes de texto a los padres comunicándole cuántas faltas tiene su hijo, como también detalles sobre los días de las mismas, para intentar que tomen conciencia respecto a las inasistencias que acumula el estudiante.

A su vez, a otro grupo de adultos planean escribirles antes de los viernes y los feriados. De esta manera, buscarán apuntar a bajar las estadísticas en los días donde se observaron picos de ausencias. Esperan poder evaluar el impacto de estas iniciativas a fines de año.

Ver también: El Gobierno retoma las paritarias para intentar resolver el conflicto gremial

"Los datos analizados de ausentismo nos permiten ver cuándo se producen las faltas y cómo se puede contrarrestar esta situación y hacer que los estudiantes vayan más a la escuela. Nosotros somos optimistas de cómo va a mejorar esto de acá a fin de año", declaró el director general de Escuelas, José Thomas.

"Hemos observado por el sistema GEM que los estudiantes que más faltan son más propensos a sacarse bajas notas. La nominalidad nos permite ver el efecto del ausentismo e individualizar los estudiantes y analizar su contexto", explicó Ganimian, quien señaló que afecta más a las escuelas marginales que a las urbanas.

Sobre la causa de estas inasistencias, la DGE ubicó a la pandemia de coronavirus: "En el momento en que más se necesitaba de la institución escolar se observó a quienes pudieron acompañar el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas. Pero también a muchas familias, que vieron que su situación económica y social empeoraba y, como resultado de ello, la asistencia y vinculación con la escuela pasó a tener un valor distinto, lo que impactó de modo negativo en los aprendizajes".

"Este escenario pospandemia debe ser cambiado entre todos, ya que la situación de los últimos dos años modificó indudablemente la percepción que las familias tienen de la escuela", agregaron.

"La familia, la escuela y las instituciones de la comunidad deben tener la clara convicción respecto de qué importancia tiene cada momento dentro de la escuela. El tiempo que no se aproveche no solo estará afectando el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes que no están asistiendo todos los días a la escuela, sino que será tiempo perdido y redundará en mayores dificultades para que los estudiantes desarrollen un proyecto de vida significativo", indicaron desde el gobierno escolar.

Tendencia global

Esta situación se enmarca, de acuerdo a la DGE, en una tendencia regional de mayor inasistencia en todos los niveles educativos. Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina y el Caribe indican que la tasa de asistencia escolar de estudiantes de entre 6 y 23 años disminuyó 1,7 puntos porcentuales.

"Como resultado de la peor crisis de la educación y el aprendizaje de la que se tenga registro en la historia, la pobreza de aprendizajes se incrementó un tercio en los países de ingreso bajo y mediano, donde se estima que 70 % de los niños de 10 años no pueden comprender un texto simple", advirtió un informe del Banco Mundial citado por la Provincia.

"La ausencia de presencialidad en las escuelas tiene como consecuencia el incremento de la desigualdad social, la pérdida de aprendizajes y graves consecuencias en la salud emocional y física de los estudiantes. Hoy, escuelas y estudiantes necesitan cada momento para recuperar el tiempo que se perdió", advirtió la DGE.

https://www.elsol.com.ar/mendoza/los-paros-docentes-complican-la-aplicacion-de-nuevas-medidas-contra-el-ausentismo-escolar