Preocupa el nivel educativo de los chicos luego de la pandemia: qué ocurre en Córdoba
Un informe comparó los ingresantes a la primaria en 2009 con quienes finalizaron el nivel medio en 2020. Los resultados concluyeron que solo el 16% de los estudiantes del secundario termina en tiempo y forma y con saberes sólidos.
Mariano Narodowski, ex ministro de educación de la Ciudad de Buenos Aires, en diálogo con Aquí Petete, sostuvo que el problema ya existía de antes. “Los problemas en Lengua y Matemática ya existían, pero la pandemia los aceleró y profundizó y sobre todo los visibilizó. Quizá sea muy difícil negar su existencia”, indicó.
¿Cuántos estudiantes llegan al final de sus estudios en el tiempo teórico?
El flujo promedio de estudiantes que ingresa por año al sistema educativo es de 700.000. Entre las provincias con mayor cantidad de alumnos que terminan sus estudios en el tiempo esperado se encontraron: Tierra del Fuego (71%), Ciudad de Buenos Aires (66%) y La Rioja (61%). Los peores resultados se ubicaron en las provincias de San Juan (38%), Corrientes (38%) y Misiones (39%). Córdoba registró un 59%.
En cuanto al 16% que representa el estudiante ideal que finalizó a término y con dominio satisfactorio o avanzado de Lengua y Matemática, se registró de la siguiente manera: en la ciudad (33%), Córdoba (24%) y Tierra del Fuego (21%). En ciertas provincias menos del 10% de los estudiantes llegaron al último año de secundaria con la edad y los conocimientos esperados. Fue el caso de San Juan (8%), Catamarca (7%), Corrientes (7%), Misiones (6%), Chaco (5%), Formosa (5%) y Santiago del Estero (5%).
“Nos topamos con que, si bien las evaluaciones nos venían diciendo esto hace muchos años, ahora con suerte, tanto la dirigencia política como la familia y la sociedad civil, nos estamos dando cuenta que estamos frente a un problema. Un problema que hay que actuar urgente porque si no las consecuencias van a ser peores”, aseguró Narodowski.
El ex ministro comparó el desempeño de Argentina con el de El Salvador. “El Salvador como todos sabemos es uno de los países más pobres del mundo. Si no despertamos viendo esa imagen, va a ser muy difícil que podamos reconstruir y volver a una situación mas o menos equilibrada frente a estos temas educativos”, planteó.
¿Cuál es la salida?
Para Narodowski la salida en primer lugar es política. “Si no hay un acuerdo nacional de las fuerzas políticas más importantes, que consensuen un conjunto de estrategias y metas y que todos los gobiernos las pongan en práctica, va a seguir pasando lo que pasa ahora. Todo el mundo mira al costado, cuando hay un problema se le echa la culpa al sindicato, cuando cambia un gobierno se deshace todo lo que hizo el gobierno anterior. No hay compromiso con los resultados”, aseveró.
Y continuó: “Tenemos que ponernos de acuerdo en estrategias y metas. Y tienen que participar por lo menos las dos grandes fuerzas políticas mayoritarias de la Argentina. Si entre unos y otros no hacen un acuerdo por el futuro, yo honestamente no veo posibilidad de salida”.
A nivel país, de cada 100 estudiantes que con 6 años comienzan su escolaridad en primer grado, 53 llegan al último año de la escuela secundaria en edad teórica, 12 años después. Tierra del Fuego (71%), Ciudad de Buenos Aires (66%) y La Rioja (61%) tienen la mayor proporción de alumnos en el país que llegan al último año de sus estudios de acuerdo al tiempo esperado, mientras que en el otro extremo se ubican las provincias de San Juan (38%), Corrientes (38%) y Misiones (39%).
Según el informe, al combinar los datos de trayectorias con los resultados en las pruebas nacionales, se encuentra que de cada 100 estudiantes que comienzan la escolaridad en primer grado, solo 16 llegan al último año de escolaridad en el tiempo teórico esperado y con conocimientos suficientes o avanzados en lengua y matemática.
Los datos muestran que el sistema educativo no logra cumplir con los objetivos que la sociedad espera. “Lo que puede pasar es que en algunas provincias haya algún tipo de iniciativa, interesante, para mejor con algunos pequeños logros, pero nada sistémico y lo que necesitamos es una respuesta sistémica”, dijo el ex ministro.
“Ese verso que nos metieron que los planes de educación tardan 20 años no es cierto. Algunos tardan veinte años, pero otros se ven al día siguiente”, concluyó.