Inteligencia Artificial y educación: “Pensar críticamente va a seguir siendo tarea de la escuela”
- Lo aseguró Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación.
- La especialista instó a “enseñar a ser mejores que las máquinas”
¿Qué nuevos planteos deberían darse alrededor de la educación tras la masificación de los sistemas de Inteligencia Artificial?, ¿representan una amenaza para escuelas y docentes?, ¿existen cuestiones que la IA no podrá alcanzar?
Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación, se refiere a todas estas preguntas -y sus respuestas- en su reciente libro, Inteligencia Artificial ¿Necesitamos una nueva educación?, publicado por la UNESCO y de descarga gratuita.
“Con cada nueva tecnología que surge en el mundo reaparecen siempre los viejos interrogantes”, anticipó la especialista. La clave para enfrentar estas dudas y temores es que “profesores y estudiantes puedan aprender a identificar, comprender y, sobre todo, responder a los grandes problemas que genera hoy el uso de Internet”.
Lo que la Inteligencia Artificial pone en evidencia, sostuvo Morduchowicz en diálogo con Clarín, es la necesidad de apelar más al pensamiento crítico y menos a la memoria. Hay cuatro dones ajenos a la Inteligencia Artificial que marcan la diferencia en tiempos de chat GPT, insistió: “Pensamiento crítico, imaginación, curiosidad y creatividad” son características netamente humanas.
Inteligencia artificial vs. pensamiento crítico, imaginación, curiosidad y creatividad
- ¿Cuál es el mayor desafío que presenta la Inteligencia Artificial en la educación?
- Lo primero que hay que decir es que la Inteligencia Artificial está presente en la vida cotidiana de todos. Y cuando digo la vida cotidiana de todos es también la de los alumnos y docentes. Entonces, la escuela lo único que no puede hacer con respecto a la Inteligencia Artificial es ignorarla, serle indiferente.
Una escuela vinculada a la cotidianeidad de los alumnos tiene que pensar qué significa hoy la Inteligencia Artificial y qué nuevos desafíos le plantea a la escuela y a la educación en general. Los desafíos son varios. El más reciente es referido al a los sistemas de lenguaje de la Inteligencia Artificial como el chat GPT. Otro tiene que ver con las tareas escolares o la manera de evaluar, los exámenes que les pedimos a los alumnos.
Hasta ahora, una de las consignas frecuentes que los docentes les piden a los estudiantes es hacer resúmenes, redactar un comentario, señalar las ideas principales, hacer una síntesis de algún texto. El problema es que ahora que los alumnos también conocen la manera de acceder al chat GPT o a otros sistemas de lenguaje de Inteligencia Artificial lo pueden hacer directamente recurriendo a ellos. Y cada vez le va a ser más difícil al docente identificar si la redacción que presenta el alumno o la alumna es de propia creación o ha sido redactado por la Inteligencia Artificial.
Cada vez encontramos más docentes que suelen decir 'les planteé esto a los chicos y había una cantidad enorme de trabajos que eran prácticamente idénticos'. Entonces uno tiene que empezar a pensar que esto lo obtuvieron preguntándole a un sistema de lenguaje de Inteligencia Artificial.
El segundo desafío es tratar de trabajar con los alumnos cómo funciona la Inteligencia Artificial, porque la Inteligencia Artificial es muy útil. Pero también sabemos que puede generar no pocos riesgos. Uno de los más importantes es que puede tomar decisiones arbitrarias por nosotros, puede generar discriminación y pueden estar basando sus resultados en la información personal de cada uno de nosotros.
Tenemos que enseñar cómo funciona porque genera riesgos (sin contar además que puede difundir informaciones falsas, porque los sistemas de lenguaje están alimentados de millones de textos que circulan en la web, y algunos de ellos son ciertos y otros, falsos).
- ¿Qué se puede hacer, entonces?
- ¿Tiene sentido seguir pensando consignas, tareas escolares, exámenes que un sistema de Inteligencia Artificial puede resolver sin ningún esfuerzo? Creo que uno de los desafíos que plantean estos sistemas a la escuela es el de repensar las consignas, las tareas, la manera de evaluar, los contenidos de una prueba de un examen.
Es eso lo que tiene que repensar la escuela, saber que ya no tiene mucho sentido seguir pidiéndoles resúmenes, síntesis, preguntas lineales. El primer desafío es pensar cómo voy a plantear mis clases, mis contenidos y mis evaluaciones.
La aparición de la Inteligencia Artificial obliga a la escuela a enseñar competencias que ya tenía que enseñar, pero ahora se vuelve más urgente. Necesitamos repensar los exámenes y evitar consignas que puedan ser resueltas fácilmente por un sistema de Inteligencia Artificial.
- En ese contexto, ¿cómo puede afectar o modificar el modo de evaluar del sistema educativo actual?
- Para poder repensar tareas escolares diferentes a las tradicionales y maneras de evaluar que impliquen al pensamiento crítico y a la interrogación necesitamos básicamente incluir una formación en relación a las tecnologías, una formación que hasta ahora aparece muy poco en el mundo, que es la de una formación en ciudadanía digital.
Necesitamos una ciudadanía digital que reflexione críticamente sobre los nuevos dilemas que genera el uso de Internet. Acá estamos hablando de Inteligencia Artificial, pero también tendríamos que hablar de noticias falsas, contenidos falsos, el uso y la confiabilidad de la información, los discursos de odio, la huella digital y qué pasa cuando damos demasiada información personal.
Si incluimos una formación en ciudadanía digital que priorice pensar críticamente el mundo online y los riesgos que su uso genera va a ser mucho más fácil pensar las tareas y las evaluaciones. Necesitamos que los docentes sean formados en estos temas para que luego lo puedan transmitir a los alumnos. Hay que tomar las tecnologías y la Inteligencia Artificial como objeto de estudio, como objeto de análisis.
Una de las preguntas de los docentes y las familias es si la Inteligencia Artificial, que dicen que va a reemplazar tantos puestos de trabajo, puede también reemplazar a la escuela o al docente. Mi respuesta es clara: 'No, no la puede reemplazar, siempre y cuando la escuela y la educación no recurran a consignas simplificadas que pueda responder cualquier sistema de Inteligencia Artificial, siempre y cuando aporte un valor agregado'. Es decir, pregunte y repregunte, la piense y la analice y no privilegie la memoria, porque la capacidad de memoria de un sistema de Inteligencia Artificial es mucho mayor que la del humano.
- “Ni la inteligencia artificial reemplazará a los docentes, ni la escuela desaparecerá por su llegada”, decís: ¿hay una visión apocalíptica alrededor de esto?, ¿por qué?
- Te voy a dar un ejemplo muy antiguo: cada nueva tecnología que apareció en la historia de la humanidad generó visiones apocalípticas. Platón cuenta en El Fedro -y estoy hablando de la Grecia antigua- que cuando se inventó la escritura la comunidad se desesperó porque pensó que se iba a terminar la memoria, porque hasta ese momento todo era de tradición oral, de generación en generación. Luego pasó con la televisión, que se pensó que iba a terminar con el cine. Y tampoco sucedió.
Es normal, lógico y natural que con cada nueva tecnología haya un temor en la comunidad y se plantee '¿ahora qué va a desaparecer por esta nueva tecnología?'.
En relación a la escuela no es que va a desaparecer algo, pero sí nos obliga a repensar consignas, evaluaciones y cómo formar a los alumnos como ciudadanos digitales para que puedan entender estos dilemas y cualquier otro que se pueda presentar en el futuro y que hoy no sabemos.
Necesitamos preparar a los alumnos para que entiendan cómo funciona la Inteligencia Artificial, las tecnologías e Internet, y que puedan estar preparados para un mejor uso de esto. La tecnología es una herramienta; poder usarla en todo su potencial requiere que la conozcamos y que sepamos cómo funciona. El mejor ejemplo que se suele dar es el martillo: es una excelente herramienta, pero si la usamos para golpear la cabeza de alguien, evidentemente se convierte en un arma porque puede matar.
La Inteligencia Artificial tiene también enormes potencialidades para la educación y para la vida diaria, sólo hay que tener en cuenta que puede generar discriminación, que puede usar información personal y que puede vehiculizar contenidos falsos.
- Con respecto a la importancia de promover y fortalecer el pensamiento crítico y creativo, ¿de qué modo pueden colaborar las familias?
- En primer lugar, las familias tienen que estar al tanto de los usos que hacen sus hijos de las tecnologías en Internet. Sabemos que los padres no tienen el mismo tiempo que tiene un chico para estar con la tecnología todo el tiempo, pero lo que lo que recomendamos a los padres es que estén al tanto de los usos que sus hijos hacen.
Hoy está muy instalado preguntarles a los chicos 'cómo te fue la prueba de historia' o 'cómo te fue en el examen de lengua'. Pero todavía está fuera del listado de preguntas una que hoy se vuelve fundamental y urgente que es 'qué hiciste hoy en Internet', sin invadir la privacidad de los chicos. ¿Qué los enojó?, ¿qué les resultó útil?, ¿qué fuentes utilizaron para la tarea que les dieron?, ¿cómo las utilizaron?
Los padres pueden acompañar este proceso. Enseñar a buscar información, enseñar a preguntar, enseñar a no dar información personal que los sistemas de Inteligencia Artificial puedan utilizar para dar resultados es también tarea de la familia.
Los padres pueden acompañar de la misma manera que nos acompañaban en la era pre-Internet diciéndonos 'no hables con desconocidos cuando vas a la casa de un amiguito', sólo que ahora son reglas del mundo virtual.
- ¿El sistema educativo actual valora suficientemente cuestiones como el pensamiento crítico, la imaginación, la curiosidad y la creatividad?
- Creo que cada vez más, porque hoy se sabe que la información por la información misma no es suficiente. La escuela fue creada a partir de Gutenberg, porque cuando se inventó la imprenta se hizo necesaria una institución que enseñara a leer lo que la imprenta comenzaba a difundir.
Entonces, durante siglos, la prioridad de la escuela era distribuir información. Hoy distribuir información no alcanza porque no se puede competir con la tecnología o con un sistema de Inteligencia Artificial que tiene mucha más capacidad de almacenar información que cualquier humano.
Lo que la escuela puede hacer es aquello en lo cual la Inteligencia Artificial no puede intervenir. Y ahí es donde entra el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la ética, la empatía, la capacidad de sorprenderse, el trabajo en equipo.
Seguir pidiendo consignas simplificadas significa que los alumnos recurran a un la Inteligencia Artificial para responderlas. Lo que necesitamos es que lo evalúen, lo analicen, lo piensen, que vean si hay omisiones. Esas son las preguntas que necesitamos hoy.
- Esto va en línea con con el objetivo de “enseñar a ser siempre mejores que las máquinas”...
- Exactamente. El gran desafío es siempre ser mejor que el sistema de Inteligencia Artificial. La Inteligencia Artificial me podrá dar respuestas increíbles. Ahora, pensar críticamente va a seguir siendo una tarea ineludible de la escuela.
Lo fue siempre, pero durante siglos el desafío fue distribuir información. Hoy es poder analizarla, poder distinguir la confiable de la que no lo es y poder entender por qué me da ese resultado, qué información de base está utilizando para dármelo y si no está omitiendo bajo sesgo o discriminando.
Roxana Morduchowicz presenta La inteligencia artificial ¿Necesitamos una nueva educación? (Editorial UNESCO) el martes 19 de septiembre a las 18.30 en el Fondo de Cultura Económica Argentina, Costa Rica 4568.