El dilema estudiantil: la Universidad en el aula o en la pantalla
En la actualidad, los estudiantes se hallan inmersos en un ecosistema digital en constante evolución. La tecnología se ha convertido en una parte integral de sus vidas, y conceptos como el aprendizaje en línea, el teletrabajo y la conectividad global han arraigado firmemente en su conciencia. No obstante, al abordar la educación superior, la preferencia parece inclinarse hacia lo presencial [2]. Este fenómeno nos lleva a cuestionarnos: ¿Por qué, a pesar de su inmersión en el mundo digital, muchos estudiantes optan por la experiencia universitaria tradicional en el aula física?
CONCHI GARCÍA DIÉGUEZ
La Universidad y la era digital
La educación superior se enfrenta a grandes desafíos y fascinantes oportunidades en la era digital. En este escenario de transformación constante, es esencial escuchar y comprender las perspectivas de los estudiantes, ya que constituyen el punto de partida esencial para cualquier proceso de cambio. La Asociación K60 Espacios de Educación Superior (ESdeES) se ha comprometido con este propósito, dando voz y visibilidad a los estudiantes en el debate universitario y reconociéndolos como actores fundamentales en la transformación de la educación superior, a través de la encuesta Experiencia del estudiantado en el sistema universitario español [1]
En la actualidad, los estudiantes se hallan inmersos en un ecosistema digital en constante evolución. La tecnología se ha convertido en una parte integral de sus vidas, y conceptos como el aprendizaje en línea, el teletrabajo y la conectividad global han arraigado firmemente en su conciencia. No obstante, al abordar la educación superior, la preferencia parece inclinarse hacia lo presencial [2]. Este fenómeno nos lleva a cuestionarnos: ¿Por qué, a pesar de su inmersión en el mundo digital, muchos estudiantes optan por la experiencia universitaria tradicional en el aula física?
Para reflexionar sobre esta pregunta, profundizaremos en un dilema que no puede pasarse por alto: ¿Qué modalidad de enseñanza eligen los estudiantes y por qué? Y para ello, exploraremos en profundidad los resultados de la mencionada encuesta, la cual no solo examina las preferencias de los estudiantes, sino que también se adentra en sus expectativas, desafíos y experiencias en la Universidad. Al hacerlo, arrojaremos luz sobre por qué, a pesar de su inmersión en la era digital, muchos estudiantes siguen eligiendo la presencialidad como su opción preferida.
Los estudiantes se hallan inmersos en un ecosistema digital en constante evolución. La tecnología se ha convertido en una parte integral de sus vidas, y conceptos como el aprendizaje en línea, el teletrabajo y la conectividad global han arraigado firmemente en su conciencia.
Expectativas holísticas
Lo que descubrimos es que, independientemente de si los estudiantes eligen la modalidad presencial o no presencial, las expectativas iniciales que albergan sobre la universidad son sorprendentemente similares. Sus anhelos y aspiraciones, como revelan sus respuestas, se enmarcan en un contexto integral e integrador.
Las motivaciones individuales, como la empleabilidad y el desarrollo profesional, ocupan un lugar destacado en sus perspectivas. Los estudiantes buscan en la universidad la adquisición de habilidades y conocimientos que les permitan enfrentar los desafíos del mundo laboral y contribuir de manera significativa a la sociedad. La empleabilidad se erige como un objetivo central, evidenciando su deseo de prepararse para una futura carrera profesional.
Además, las aspiraciones inclusivas también desempeñan un papel fundamental en sus expectativas. Los estudiantes valoran la igualdad y la diversidad como principios fundamentales que la universidad debe fomentar y respetar. Buscan un entorno en el que se promueva la convivencia y se atienda a las necesidades sociales. La universidad, desde su perspectiva, no es simplemente un lugar para la adquisición de conocimientos, sino un ecosistema que les brinda la oportunidad de desarrollarse tanto como individuos como profesionales.
Los estudiantes buscan en la universidad la adquisición de habilidades y conocimientos que les permitan enfrentar los desafíos del mundo laboral y contribuir de manera significativa a la sociedad.
Más allá de la modalidad de estudio, los estudiantes ven la universidad como un espacio donde pueden crecer de manera holística. Sus expectativas no se limitan únicamente al ámbito académico, sino que abarcan una visión más amplia de su desarrollo personal y profesional. Estas percepciones compartidas nos invitan a reflexionar sobre el papel integral e integrador que la universidad debe desempeñar en la formación de los futuros ciudadanos y profesionales.
Acceso y reto económico
La educación superior en España presenta una marcada diferencia en cuanto a la modalidad cursada por los estudiantes. Según el Catálogo de Datos de la Estadística de Estudiantes Universitarios del curso 2022-2023 [2], la mayoría de los estudiantes universitarios están matriculados en universidades presenciales, con un total de 1.322.598 estudiantes, en comparación con los 307.267 estudiantes matriculados en universidades no presenciales.
Sin lugar a dudas, el acceso a la educación superior en España presenta una complejidad que es esencial comprender a fondo. En el análisis de las preferencias entre las modalidades presencial y virtual, resulta evidente la importancia de considerar dos aspectos cruciales: la efectividad de la selección de Universidad y titulación en primera opción, y las implicaciones económicas para las familias. Las cifras revelan un panorama matizado.
Si bien dependiendo de la modalidad los datos varían ligeramente, es notorio que, en términos de facilidad de acceso a Universidad y titulación, tanto los estudiantes presenciales como los virtuales informan niveles relativamente altos. Acceden a la Universidad elegida en primera opción en el 80.9% casos para presencial y en el 78.5% casos para no presencial. No obstante, cabe destacar que en la modalidad virtual, un 91.3% de los estudiantes accede a su titulación en primera opción, en comparación con el 85% en la modalidad presencial.
En el análisis de preferencias entre modalidades presencial y virtual, resulta evidente la importancia de considerar dos aspectos cruciales: la efectividad de la selección de Universidad y titulación, y las implicaciones económicas para las familias.
Sin embargo, al analizar el esfuerzo económico que implica para las familias, observamos diferencias significativas. En la modalidad presencial, el 45.9% de las familias informa que el acceso a la universidad supone un alto esfuerzo económico. En contraste, en la modalidad no presencial, este porcentaje se eleva al 65.8%. Esto plantea interrogantes importantes sobre el acceso equitativo a la educación superior, ya que la percepción de una mayor carga económica en la modalidad no presencial podría limitar el acceso de algunos estudiantes.
La experiencia de aprendizaje
La calidad de la enseñanza es un aspecto fundamental en la experiencia universitaria, los estudiantes califican estos aspectos entre el aprobado y notable en ambas modalidades. Sin embargo, hay ligeras diferencias: los estudiantes en modalidad virtual otorgan una mayor puntuación a las temáticas de las asignaturas, mientras que en la modalidad presencial destacan una mayor implicación de los docentes en el aprendizaje.
Cuando se trata la personalización del aprendizaje, observamos un interés compartido en ambas modalidades por una mayor flexibilidad en el diseño de itinerarios formativos, la participación en seminarios, actividades fuera del campus o la movilidad entre universidades. Sin embargo, es importante destacar que los estudiantes de la modalidad presencial muestran una demanda ligeramente más pronunciada de mayor flexibilidad y participación en comparación con sus contrapartes virtuales.
En relación a la orientación, la encuesta revela que los estudiantes en la modalidad virtual utilizan las tutorías y guías docentes con mayor frecuencia que sus pares presenciales. Respecto al impulso docente en el despliegue del aprendizaje digital, la percepción es similar en ambas modalidades. Mientras que en las prácticas externas la mejora se decanta hacia la modalidad presencial, considerando adecuadas y accesibles las prácticas en la modalidad presencial en torno al 32% frente al 24,5% en la modalidad no presencial.
los estudiantes en modalidad virtual otorgan mayor puntuación a las temáticas de las asignaturas, mientras que en la modalidad presencial destacan mayor implicación de los docentes en el aprendizaje
Por último, cabe destacar un descubrimiento aparentemente contradictorio: en la modalidad presencial, los propios estudiantes no parecen percibir plenamente el valor de esta modalidad. Solo el 19% de los estudiantes presenciales menciona que escuchar a los profesores les motiva a asistir al campus, un porcentaje que aumenta al 27% cuando buscan hacer consultas, y al 30% cuando buscan compartir experiencias con otros estudiantes. Esto subraya la necesidad de repensar la importancia de la interacción cara a cara en la educación superior en un mundo cada vez más digital.
Resultados y reflexiones
Para terminar, analizaremos el grado de satisfacción de los estudiantes por los resultados obtenidos contra sus expectativas iniciales, dependiendo de la modalidad elegida. En cuanto a la empleabilidad, los resultados de la encuesta revelan una percepción positiva y ligeramente inferior a la expectativa en ambas modalidades.
Los estudiantes presenciales tienden a dar mayor importancia al título obtenido, mientras que los no presenciales valoran más las competencias adquiridas. Además, en ambas modalidades, se destaca la necesidad de una mayor flexibilidad para equilibrar los estudios y el trabajo, así como una demanda unánime de un mayor apoyo en cuanto a orientación laboral.
En lo que respecta a la cobertura de sus expectativas iniciales, los estudiantes de la modalidad no presencial muestran un índice de satisfacción algo inferior a sus pares presenciales. Las respuestas a las preguntas de fidelización de los estudiantes a la Universidad y a la titulación cursada están muy alineadas con estos índices de satisfacción, en particular el 70,7% volvería a estudiar en la misma Universidad en modalidad presencial y el porcentaje baja al 61,7% en la modalidad no presencial.
La preferencia por la educación presencial en la Universidad, a pesar de la inmersión en la era digital, revela una paradoja. Estos resultados plantean interrogantes sobre cómo se está abordando la educación superior en la era digital y destacan la necesidad de transformar la experiencia de aprendizaje en el ecosistema actual, brindando a los estudiantes una experiencia enriquecedora y satisfactoria que cumpla con sus expectativas iniciales.
[1] Este análisis tomo como base el informe Experiencia del estudiantado en el sistema universitario español. 2023.
[2] UNIVbase https://www.universidades.gob.es/catalogo-de-datos/
“Distribución de los matriculados por nivel académico, tipo y modalidad de la universidad” https://estadisticas.universidades.gob.es/jaxiPx/Tabla.htm?path=
/Universitaria/Alumnado/EEU_2023/GradoCiclo/Matriculados//l0/&file=Mat
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