La OCDE advierte que "sin una base de conocimientos es difícil que los alumnos tengan ideas originales"
La imposición del euskera sitúa al País Vasco al nivel de Canarias. 12 de 14 países poco creativos también van mal en lectura y matemáticas.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) señala en su último informe PISA que «la excelencia académica no es un requisito para que los alumnos destaquen en creatividad», pero «sin un nivel mínimo de conocimientos será muy difícil tener ideas originales y diferentes».
Esta reflexión pone en cuestión las teorías inspiradoras de la Ley Celaá, que huyen de la «memorización» y abogan por las habilidades -el saber hacer- por encima del aprendizaje de los contenidos -el saber-.
La prueba de pensamiento creativo que por primera ve ha incluido PISA, publicada ayer por la OCDE, deja en muy buen lugar a las CCAA españolas que han apostado por el aprendizaje tradicional basado en el conocimiento. La Comunidad de Madrid (34,8), Castilla y León (34,6) y Galicia (34,3) salen tan bien que están a la altura de países con mucho pedigrí educativo, como Finlandia (35,8), Polonia (34,4) o Portugal (33,9).
Con una puntuación media de 32,8 puntos, España queda en el 13º puesto de un total de 33 países, a la altura del promedio de la OCDE y de la UE.
Ismael Sanz, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid e investigador de Funcas y de la London School of Economics, recuerda que estas regiones son también las que lograron buenos resultados en las pruebas de matemáticas, lectura y ciencias de PISA que se presentaron el pasado diciembre.
«No se puede ser bueno en creatividad sin tener el mínimo de conocimiento asegurado. Para generar nuevas ideas y combinar las que ya existen hace falta una buena base», recalca.
12 DE 14 PAÍSES
El tercer volumen del informe PISA 2022 ha detectado que, de los 14 países y economías con peores resultados en pensamiento creativo, 12 de ellos tienen más del 50% de los estudiantes que lo hacen muy mal en matemáticas, lectura y ciencias, las asignaturas tradicionales.
«Los estudiantes necesitan un nivel básico de conocimiento en las materias principales para ser excelentes en creatividad», insiste la OCDE.
A la cola del ránking de pensamiento creativo se encuentran Ceuta (26,1) y Melilla (26,1), con resultados similares a Rumanía (26,2), así como Castilla-La Mancha (31,7), Andalucía (31,7), el País Vasco (31,9) y Canarias (31,9), por debajo de los promedios de la OCDE y de la UE y al nivel que Malta (31,3) o Italia (31,4). Son regiones que tampoco salieron nada bien en las pruebas tradicionales.
Destaca, sobre todo, el caso del País Vasco, que ha pasado en poco tiempo de ser una autonomía con muy buenos resultados en PISA, y de las que más invierte en educación, a perder muchas posiciones. En lectura quedó por detrás de Extremadura y Castilla-La Mancha y en ciencias sacó peores notas que Murcia y Baleares. ¿Qué ha pasado?
"POBREZA METODOLÓGICA"
«En primer lugar, tenemos un déficit muy grande en dos áreas muy importantes, la lingüística y la científica, y la abstracción y el razonamiento están muy ligados a los procesos básicos de las principales competencias. En segundo lugar, la educación en Euskadi trabaja con un sólo modelo lingüístico y una única estrategia educativa ligada a obtener unos determinados rendimientos lingüísticos. En vez de hacer sistemas que tengan en cuenta la diversidad del alumnado, se intenta que circulen por un carril más estrecho: esta pobreza metodológica produce estos resultados», señala Ricardo Arana, profesor con 38 años de experiencia, ex miembro del Consejo Escolar de Euskadi y colaborador de Isabel Celaá cuando la ex ministra era consejera de Educación en el País Vasco.
«Los que más conocimientos tienen son los que mejor saben aplicarlos. El experto en un campo es más creativo que el aprendiz», sintetiza el filósofo Gregorio Luri.
El estudio de la OCDE recoge una lista donde se ve que regiones como Canarias, Extremadura, Andalucía y Baleares, que no destacan en pensamiento creativo, tienen un alto porcentaje de alumnos que afirman que sus profesores «valoran» su creatividad y les dan «tiempo suficiente para encontrar soluciones creativas a las tareas». Por contra, CCAA con escuelas muy poco creativas y que prestan poca atención a esta habilidad sobresalen en la creatividad que muestran sus estudiantes por sí mismos: sucede en Galicia y Castilla y León.
«Hay montones de programas para desarrollar la creatividad, pero quienes los siguen sólo consiguen ser creativos en los ejercicios de esos programas, gracias a que poseen experiencia sobre los mismos», afirna Luri.
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